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Hoy Escriben - Húbert Ochoa

Sólo para enterados

La chamarra fiusha

“Me vale madres”

Aquiles Espinosa

Adrenalina pura

1.- “Gracias a Dios ya se fueron. Y si bien es improbable que Aquiles vaya a la cárcel pues la denuncia se congeló, ahora debe haber una purificación en esa secretaría para desbaratar las mafias que lo controlaron en el sexenio pasado”, dice Omar Vázquez Martínez, presidente de la Coordinación Estatal de Transportistas de Chiapas. 

Con 430 fojas útiles, el dirigente presentó una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública para auditar a Aquiles Espinosa García. A pesar de que documentaron todos los actos de corrupción del viejo y mañoso priísta, dicha queja jamás prosperó.  

El 2 de enero de 2024, enfundado en una chamarra color fiusha, Aquiles renunció a la secretaría del transporte para competir por la alcaldía de Tuxtla. Y, rebosante de desvergüenza, dijo “me voy con la frente en alto”.

“Ya hermano, yo soy”, afirmó Aquiles días después en una comida en un rancho por los rumbos de Coita. Hubo elotes asados, tequilas y coñac. Aquiles estaba un poco entonado por las cervezas Corona que había ingerido y por una presunta llamada telefónica con Adán Augusto López Hernández, entonces fuerte aspirante a la presidencia. 

El 5 de febrero (2025), Aquiles asumió la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, delegación Chiapas. Y me llama la atención que entre sus “logros” para merecer tal distinción se señala haber sido un acérrimo defensor de la Selva El Ocote, cuando estoy seguro no riega ni el jardín de su casa.   

Millonarias ganancias

2.- En Tuxtla hay 124 rutas de transporte colectivo; operan 113 diariamente con un parque vehicular de dos mil 237 combis, las cuales tienen una capacidad máxima para 16 personas.

Si se toma en cuenta que el número de usuarios al día en Tuxtla es de 306 mil 148 por el costo del servicio por viaje (10 pesos), se determina que la derrama económica por el servicio del transporte colectivo es de tres millones 61 mil 480 pesos diarios. 

Cabe mencionar que los usuarios regularmente efectúan dos viajes, uno de ida y otro de regreso, por lo que las percepciones aumentan al doble, es decir, 6.12 millones de pesos al día, indica la investigación. 

Sin embargo, estos datos podrían ser conservadores porque en el periodo de Aquiles Espinosa Gacía hubo una corrupción escandalosa que llegó al Congreso del Estado, pero aquellos eran tiempos de impunidad.

Roba-carro

3.- Aquiles se hinchó de dinero en la Secretaría del Transporte porque, decía mi amada abuela Sirfinia -otra vez la abuela Sirfinia-, gallina que come huevo, aunque le quemen el pico.  

La PGJE detuvo el 23 de diciembre (2003) a Aquiles Espinosa cuando circulaba en un vehículo volkswagen robado en el estado de Puebla. De acuerdo con la averiguación previa 056/UCARV/2003, el inculpado presentó documentación falsa para acreditar la propiedad.

Hay barruntos de que otorgó decenas de concesiones ilícitas a un hampón que también tiene restaurantes de comida china, e implicado en varias tragedias por negarse a reparar sus colectivos.

Conejobús

4.Nunca pagó las indemnizaciones del Conejobús, a pesar de que  el Gobierno Estatal entregó los 162 millones 365 mil 872 con 20 centavos para las indemnizaciones a los socios.

Aquiles se habría quedado con el dinero y cuando los socios le reclamaron les gritó: ¡Me vale madres, háganle como quieran! Varios de ellos fallecieron a causa de infartos y jamás vieron la indemnización prometida.

Más de cinco mil unidades piratas circulaban en Tuxtla y todas pasaban a la semana un moche a Aquiles. Muchas de esas unidades sirvieron también al crimen organizado. En julio de 2019, la policía capturó a una banda que, en taxis piratas, se dedicaban al narcomenudeo en los suburbios tuxtlecos. 

Y Aquiles ahí está, tranquilito como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Chiapas. Qué tal eso…

Adrenalina pura

En un torbellino de acción y justicia, las fuerzas del orden de la Secretaría de Seguridad del Pueblo (SSP), la FRIP, Guardia Estatal Preventiva y la Guardia Estatal Fuerza Ciudadana unieron fuerzas con la AIIM de la FGE, la SSPC del Gobierno Federal y la Policía Municipal para desmantelar una red criminal en el corazón de Tuxtla Gutiérrez. 

En una operación de alto riesgo, Marco “N”, conocido en los bajos fondos como “El Gordo del Didi”, cayó en la trampa de la ley en la colonia Industrial. Su vehículo, un Nissan V-Drive rojo, se convirtió en su tumba de cristal, al descubrirse 20 dosis listas para envenenar las calles. 

La detención, un pulso de adrenalina, fue el resultado de una vigilancia implacable. Ahora, “El Gordo del Didi” enfrenta el peso de la justicia, mientras su destino se decide en los tribunales. 

La Secretaría de Seguridad del Pueblo, con un juramento de hierro, promete no ceder en su lucha por un Chiapas libre de la sombra del crimen, reforzando cada estrategia para proteger a su pueblo.