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Hoy Escriben - Húbert Ochoa

Sólo para enterados

Real del Bosque

Selfie con el Gober

Más aulas en Tuxtla

Madres buscadoras

El gobernador Ramírez inauguró nueva infraestructura en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), Plantel 312, y dio el banderazo de inicio a obras en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt), Plantel 34 Real del Bosque, ambos en Tuxtla Gutiérrez.

El mandatario fue recibido con cariño por la comunidad escolar y también expresaron felicitaciones debido a su cumpleaños. Cantaron las mañanitas y le pusieron su corona y collar de flores, una tradición zoque ancestral. No podían faltar las selfis con la chaviza.

En un breve análisis retrospectivo, antes la gente odiaba a los gobernadores por corruptos y ladrones provocando una ruptura gobierno- sociedad y de la red institucional.

Mire, en el Conalep 312 se construyeron dos aulas didácticas equipadas así como trabajos de mejora exterior, pintura en la cancha deportiva, instalación de cableado eléctrico, escaleras, barandales y andadores. 

En el Cecyt 34 ha iniciado la edificación de tres aulas y equipamiento complementario. En conjunto, estas acciones representan una inversión de 7.6 millones de pesos. Se llama reingeniería educativa.

 Real del Bosque

Quién iba a pensar que Real del Bosque, un suburbio alejado de la capital, cambiaría su psicología urbana pues ahí predominó la delincuencia, los conflictos vecinales, pleitos feroces por el agua, cantinas por doquier gracias a la desatención del gobierno. 

Un caso que conmovió a los tuxtlecos fue la ejecución de un joven (28 años), el 16 de octubre (2024), cuyo cuerpo hallaron en un contenedor de basura de esa colonia. Tenía varias heridas de bala, los ojos vendados y maniatado de manos. Ese mismo día, en distintos puntos de Tuxtla, hubo otros tres asesinatos. Así vivíamos en el pasado: presas del terror y del crimen. 

La educación es en esta nueva ERA un eje transversal para formar jóvenes aptos física y mentalmente, competitivos porque afuera hay un monstruo llamado globalización en el que sobrevivirán los más chingones. Y nuestros jóvenes lo son.

 Madres buscadoras

1.- Pantalón negro y guayabera blanca, el señor fiscal Jorge Luis Llaven Abarca salió de su oficina, atravesó caminando el libramiento norte y llegó hasta ellas. (Fatum fatis ego perea: “Hágase el destino, aunque yo perezca”).

Claro, por supuesto, ha tenido la instrucción del gobernador Ramírez porque eso es el humanismo que transforma, es decir, un cambio profundo en las estructuras gubernamentales y en los valores de la sociedad. 

A diferencia de otros estados en donde nadie las escucha ni las toman en cuenta, aquí pasa todo lo contrario. Las madres buscadoras son prioridad en la agenda de gobierno.

El dolor de una madre que ha perdido a un hijo o hija nos duele a todos, nos lastima e indigna, nos perfora el alma, son astillas que se clavan lentamente en nuestros corazones y nos desgarran, hay un quiebre en el orden natural de la vida.

El caso de Marisela Escobedo y su lamentable final, en Chihuahua, ofrece una radiografía macabra sobre la tragedia de los feminicidios y las desapariciones forzadas, estas, según sabemos, las comete el crimen organizado con fines de reclutamiento entre jóvenes de 15 a 26 años.

 “Voy a sus casas”…

2.- “Si me piden que vaya a casa de cada una de ustedes, voy a sus casas”, les dijo el doctor Llaven. Las invitó, ipso facto, a instalar una mesa de trabajo y revisar expediente por expediente.

Al plantón de las madres buscadoras frente a la fiscalía del estado, en libramiento norte oriente de Tuxtla Gutiérrez, se unieron sedicentes alumnos de la rural Mactumactzá fieles a su ideología gansteril. 

A partir de 1979, cuando se infiltra la CNTE, Mactumactzá se convierte en un campo guerrillero y aprovecha cualquier coyuntura para el desmán.

 Así no…

3.- He visto documentales en YouTube, muchos documentales, y en otros estados las madres buscadoras son eso: buscadoras; andan en los campos, en terrenos baldíos, ríos, desiertos, hospitales, sitios de trabajo sexual y en las morgues.

Así se dio con ese infierno llamado rancho Izaguirre. Fueron las madres buscadoras quienes hicieron el hallazgo. El rancho Izaguirre es considerado un ejemplo más del terror y la impunidad que marcan la crisis de desapariciones en México. 

Usando la mayéutica, con todo respeto pregunto: ¿En realidad son madres buscadoras? ¿Es cierto que quieren meter a las negociaciones la liberación de presuntos delincuentes? ¿Hay oscuros intereses en el fondo?

Al inmiscuirse la Mactumactzá y algunas ONGS de sospechoso activismo que se manejan con recursos internacionales sin rendir cuentas ni ninguna fiscalización,  el asunto se contamina y despide un fétido olor.

Llaven es nuestro fiscal, experto en las ciencias forenses y con un alto perfil criminológico. Aunque las desapariciones hayan ocurrido en otro tiempo, él dará resultados, pero Llaven no es Harry Houdini.

Así no…