Nueva ERA
Jaguar Negro
La leyenda
Entre abrazos y aplausos que resumen esa euforia positiva en torno suyo, Eduardo Ramírez Aguilar se reunió este fin de semana con el Consejo Estatal de Morena, máxima autoridad del partido que se sostiene en la revolución de conciencias y un pensamiento crítico y solidario.
Virtual gobernador de Chiapas a partir de diciembre de 2024, “Lalo” Ramírez avanza con los pies en la tierra, cualidad que sólo tienen hombres sensatos más allá de vanaglorias.
Él, Lalo, vive en armonía consigo mismo, domina la reingeniería humana que se funda en valores y ética para poder servir a sus semejantes.
Va fortalecido en los ideales de la 4T, iniciados por el presidente López Obrador, el gran gurú de la nueva escuela política global. Gandhi y Mandela hicieron lo propio en otro tiempo.
El de Lalo es un proyecto integral que pondera la diversidad porque tienen cabida todos los grupos sociales para acceder a las mismas oportunidades para realizarse individualmente.
Para lograrlo se necesita sumar liderazgos en el barrio, la cuadra y los pueblos antes excluidos por feudalismos y tiranías.
Él lo desglosa: “Juntos haremos un movimiento de unidad en Chiapas, es momento de construir por el bienestar de nuestro estado”, ha expresado el también dirigente de la Jucopo en el Senado ante consejeras y consejeros que asistieron a este encuentro realizado en la capital del estado.
Ramírez Aguilar refrendó el compromiso de consolidar el objetivo común que significa la Cuarta Transformación por el bienestar del país, especialmente del estado de Chiapas.
Reconoció el trabajo del gobernador Escandón Cadenas de quien, dijo, honrará su gobierno cuando él asuma el poder y continuará esta transformación.
Lo veo…
En Chiapas y Allende se le conoce por “Jaguar Negro”. Se equivocan quienes piensan que se trata de un marketing político, pues, en el fondo, no hay nada cuco ni taimado.
Disfruté mucho una entrevista que le hizo el periodista de “Milenio”, Israel Navarro, en octubre de 2019. Ahí la conservo por si gusta leerla.
Conozco a Eduardo tiempo atrás porque periodista y político cojean uno sin el otro, no por el chayoteo —como piensa estúpidamente la mayoría—, sino porque ambos están ligados de por vida desde que surgió “Acta Diurna” en la Roma antigua.
Yo soy reportero. Lo veo saliendo de las sesiones legislativas en el Congreso local. Se para en el vestíbulo, a unos metros de donde Juárez observa inmóvil. No sale corriendo como lo hacen otros arrogantes y soperutanos.
Lalo es presidente de la Mesa Directiva. Saluda. Responde preguntas. Se quita con su mano derecha la diaforesis. Siempre sonriente.
Lo rodean grabadoras, micrófonos con cubos, cámaras fotográficas y cualquier cantidad de olores corporales. Saluda a los reporteros por su nombre.
“Húbert, qué gusto saludarte… Mario, ¿cómo estás? ¿Qué tal, Víctor?”. Y así. Pero son decenas…
Jaguar Negro
Israel Navarro escribe en su sabrosa crónica lo siguiente: “El llamado ‘Jaguar Negro’ recuerda que encontró su sobrenombre cuando hacía rafting en la Selva Lacandona y se topó con ese felino:
“De acuerdo con la leyenda, tú traes el espíritu, tú eres jaguar dentro de ti”, le dijo un lacandón. Por eso a Chiapas, destaca, lo trae hasta en el tono de piel.
También presume ser el mejor anfitrión, pues le encanta enfundarse en un mandil, prende el asador y, acompañado de una cerveza, prepara la mejor carne asada para sus invitados.
_ ¿Cómo se define Eduardo Ramírez?
_ Como un hombre firme, de convicciones y sobre todo humanista.
_ ¿Cómo ingresó a la política?
_ Como a los cinco años decidí que mi actividad tenía que ser la política, me llamó la atención por lo que observaba.
Jamás me ha gustado la injusticia, creo que a nadie le gusta, pero además soy de los que cuando veo un acto injusto, no me quedo callado, lo enfrento pese a las consecuencias.
_ ¿Cómo fue su infancia en Comitán?
_ Desde pequeño comencé a trabajar en las calles vendiendo artesanías, es algo que me honra mucho, que lo destaco mucho de mi vida porque me enseñó a ganarme el pan de cada día.
Ya de joven tuve un negocio propio y eso me dio oportunidad de tener mayor conciencia de la vida.
Chalupas
_Cuando llega a su tierra y se quita el traje de funcionario, ¿qué es lo que le gusta hacer?
_Me gusta ir a cenar antojitos comitecos, pan compuesto, hueso, chalupas, es decir... me gusta caminar por las calles en donde crecí.
Disfruto salir a correr al bulevar, a los espacios públicos, también de hacer una buena cabalgata con amigos y de una buena charla con los buenos conversadores que tiene mi estado para nutrirme más sobre la producción del café y del maíz.