El Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México Rosario Castellanos ha iniciado el camino para convertirse en una Universidad Nacional. Es motivo de orgullo que este paso histórico comience en Chiapas, que está decidida a transformarse de cara a un futuro mucho más próspero e incluyente.
Hace unos días, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar visitó Comitán de Domínguez para supervisar las instalaciones y las vías de comunicación que permitirán que, a partir del 3 de marzo, la Unidad Académica Estatal Comitán de Domínguez de la Universidad Nacional Rosario Castellanos inicie actividades. Con una oferta de ocho licenciaturas y un modelo de enseñanza presencial híbrido, esta institución brindará acceso gratuito a dos mil estudiantes, eliminando barreras económicas y burocráticas, en un compromiso firme con la calidad educativa que Chiapas reclama.
Nuestra presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum, ha reiterado que la educación no debe ser un privilegio ni una mercancía, sino un derecho inalienable. A menos de dos meses del inicio del nuevo gobierno en Chiapas, esta visión se traduce en hechos concretos: más y mejores oportunidades educativas para una región que durante décadas ha carecido de alternativas de formación profesional.
¿Qué esperamos de esta universidad que pronto abrirá sus puertas? Aspiramos a que la ampliación de la cobertura educativa vaya de la mano con la excelencia y la equidad, formando profesionistas altamente capacitados para responder a los retos del presente y del futuro.
Necesitamos egresados con pensamiento crítico, compromiso social, ética profesional y una visión innovadora y emprendedora. Sobre todo, necesitamos talento que se incorpore activamente al desarrollo de la frontera sur de México, una zona estratégica para el crecimiento del país.
El proyecto del Corredor Sur impulsado por el gobierno estatal requiere capital humano calificado que sustente la industrialización de la región. La Universidad Nacional Rosario Castellanos no solo educará a jóvenes con conocimientos sólidos y habilidades técnicas, sino que será un motor de desarrollo, investigación y colaboración con los sectores productivos. Queremos que esta institución se convierta en un referente de educación superior flexible, con programas actualizados y certificaciones de competencias laborales que fortalezcan la competitividad regional.
Rosario Castellanos nació en la Ciudad de México en 1925, pero fue en Comitán de Domínguez donde vivió su infancia y adolescencia, nutriéndose de la cultura y el espíritu chiapaneco. Que su nombre dé identidad a esta nueva universidad nacional es un símbolo de vocación transformadora, respeto a la dignidad humana y compromiso con la defensa de nuestra diversidad cultural.
Rosario Castellanos nos enseñó a cuestionar las injusticias, a desafiar las barreras de la exclusión y a construir un mundo más justo y equitativo. Hoy, su legado se materializa en una universidad que llega para cambiar vidas y abrir horizontes.
Bienvenida, Universidad Nacional Rosario Castellanos. Chiapas y México te reciben con los brazos abiertos.