En su calidad de candidato a diputado federal en el pasado proceso electoral, Héctor Melesio Cuén Ojeda contó con un grupo de seis escoltas de la Guardia Nacional hasta el pasado 3 de julio. Sobre el retiro de la seguridad, él especuló que se derivó de la intervención de las autoridades estatales.
En dos ocasiones, en su podcast denominado Cuentas Claras, Cuén Ojeda, privado de la vida de varios disparos en un aparente intento de despojo de la camioneta en la viajaba, aludió el tema de la protección que le brindaba la Guardia Nacional a la que agradeció su apoyo.
En una de ellas el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa dijo que, a raíz de su asistencia a un evento a Mazatlán, en donde asistieron muchos periodistas, uno de ellos publicó que la Guardia Nacional lo cuidaba; un día después le notificaron el retiro de la seguridad, por lo que especuló que posiblemente la medida se derivó de una petición de las autoridades estatales.
“Nos lo quitaron, está bien no hay problema”, fue la frase que usó entonces en su podcast y citó: “con todo lo que está pasando en el estado, hacemos responsables al gobierno del estado en lo que nos pueda pasar”.
Una de las líneas de investigación sobre su asesinato está relacionada con un presunto intento de despojo violento de la camioneta en la que viajaba al norte de Culiacán.
La Fiscalía General del Estado recopila evidencias sobre este supuesto hecho que tuvo lugar la noche del jueves pasado en una gasolinera, en la salida norte de la capital del estado.
El político fue trasladado a una clínica privada de la colonia Chapultepec, donde falleció tras recibir las primeras atenciones médicas.