Con la mayor cifra de población de clase alta del país, Nuevo León es el estado que recibe los mayores subsidios a las gasolinas que otorga el Gobierno Federal.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) comenzó a dar estímulos a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para enfrentar el repunte de los petroprecios que desató la guerra en Ucrania el año pasado. De lo contrario, la inflación nacional hubiese llegado a 14 % y el litro de gasolina a 33 pesos, de acuerdo con la dependencia.
La más subsidiada es la gasolina regular o magna, vendida en la franja de 20 kilómetros paralela a la línea divisoria con Estados Unidos.
Ahí están los municipios de Melchor Ocampo, Acuña, Cadereyta Jiménez, Guerrero y Zaragoza, donde el apoyo es de 4.55 pesos por cada litro de combustible regular y de 3.40 para la premium.
A diferencia de las localidades fronterizas, el estímulo en el resto del país desapareció a partir de este sábado para el caso de la gasolina regular, mientras que la premium lleva varias semanas sin subsidio.
El estado que gobierna Samuel García no solo recibe el mayor estímulo fiscal, sino que también cuenta con la refinería de Cadereyta y tiene a menos de mil kilómetros el complejo de Deer Park en Texas. A pesar de esto, Nuevo León comercializa la gasolina premium más cara del país, que costó en promedio 25.79 pesos por litro en octubre, según cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
También vende el cuarto combustible regular más caro (23.36 pesos), debido al alto consumo de gasolinas, pues un estudio de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI) colocó a Nuevo León como el estado con hogares de mayores ingresos.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas señala que el estímulo favorece de manera desproporcionada a las clases media y alta, las cuales poseen medios de transporte que consumen un elevado nivel de combustible.