Por tercer día, acapulqueños padecieron la escasez del transporte público. El sábado muchos siguieron buscando opciones para trasladarse a sus trabajos.

Aunque se vieron en las calles más unidades dando el servicio, aún es insuficiente.

La suspensión del servicio no es fortuita: en la última semana han asesinado a un chofer, han atacado un sitio donde quedó herido un conductor y han quemado cuatro unidades; además está permanente la exigencia del pago de la extorsión.

En estos días la mayoría de las pocas escuelas que están dando clases en Acapulco las suspendieron para evitar riesgos para los profesores y alumnos.

En los audios se escucha que les han pedido a los choferes que suspendan el servicio durante ocho días y el que no obedezca sufrirá las consecuencias.

En los mensajes se lee que los criminales permitirán la reanudación del servicio hasta que todos los transportistas paguen la extorsión que les exigen.

El Gobierno de Guerrero anunció una operación de vigilancia para garantizar la seguridad de los choferes y pobladores.