Al rescate de los ajolotes
De los ajolotes reproducidos en el centro, algunos que se han destinado a proyectos de investigación. El Universal

Los criadores de ajolotes podrían ser la última esperanza para mantener a esta especie viva en Xochimilco (al sur de la Ciudad de México), luego de que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicara un estudio en el que afirma que estos anfibios podrían desaparecer por completo de las aguas del canal en el próximo año.

Si esta proyección se vuelve realidad, la especie se consideraría como extinta en su hábitat natural y los únicos ajolotes que quedarían en Xochimilco serían en sitios de cautiverio.

“Si no se logra un cambio rápido en los canales y la gente no se pone manos a la obra para poder salvar a esta especie, ya los únicos ajolotes que vivirían en Xochimilco serían solo en cautiverio (…)”, dijo Carina Moreno, quien cría ajolotes en el canal de Nativitas.

Explicaron que esto se debe a tres factores principalmente: la presencia de especies invasoras como carpas o tilapias, que no eran originarias de la región y se convirtieron en depredadores de estos animales; la fuerte contaminación del agua a causa del humano, y el turismo que se realiza principalmente a base de embarcaciones que, con su movimiento, dañan a la especie.

Investigaciones

El estudio de la UNAM elaborado por Tania J. Porras, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, y un equipo de especialistas, se basa en pronósticos matemáticos que reflejan una disminución en la población.

La publicación señala que hasta 1998 se habían contabilizado hasta seis mil ajolotes viviendo en los canales de Xochimilco, para 2013 solo se encontraron 36; el pronóstico es que para el próximo año no habrá más de ellos.

Itzcóatl Maldonado, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explicó que esta especie de anfibios endémicos de Xochimilco es particularmente frágil debido a su condición biológica, ya que cuentan con una piel extremadamente sensible a la contaminación en el agua y no poseen ningún tipo de defensa en contra de los depredadores.

Señaló que en su visión es poco probable que aún se pueda hacer algo para salvar a esta especie, ya que las malas condiciones de los canales son prácticamente irreversibles.

Quieren santuario en Tepotzotlán

En el municipio mexiquense de Tepotzotlán, Estado de México, existe un proyecto para crear un museo-santuario que ayude a la conservación e investigación del ajolote y no solo tenerlos en aparadores exhibidos, resaltando su historia, ya que fue considerado como un dios, Xólotl, en la cultura prehispánica.

El proyecto es desarrollado por Ana Citlali Vargas Gómez, quien estudió biología en la Máxima Casa de Estudios y comenzó sola la idea en 2016 con cuatro ajolotes; actualmente tienen alrededor de 260 ejemplares, trabajando cuidadosamente en la reproducción de estos.

“Aunque salió en el billete de 50 pesos, realmente conocemos muy poco de los ajolotes. Eran considerados dioses e, incluso, usados para fines medicinales o para consumirlos como alimento”, contó la presidenta de la fundación Axolo-tlali.

La crisis de la existencia de estos animales obedece a la destruccion de su hábitat, ya no hay espacios para que vivan de manera silvestre y aquellos que llegan a estar en casa terminan muertos por falta de conocimiento para sus cuidados o abandonados, agregó la joven, al tiempo de destacar su importancia ecológica, pues ayudan a controlar poblaciones de insectos que evitan enfermedades o afectan cultivos.

En el último año de su carrera en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, decidió especializarse en el área de Herpetología y tomando cursos, capacitaciones y recientemente una Maestría en Ciencias Biológicas para cuidar de mejor manera a estos anfibios.

Santuario

De los ajolotes reproducidos en el centro que habilitó en la comunidad de Cañada de Cisneros, hay algunos que se han destinado a proyectos de investigación y otros para conservación, trabajando de manera coordinada con el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.

Con la creación del museo-santuario, agregó Ana Citlali, los habitantes del pueblo mágico de Tepotzotlán y turistas podrán conocer la parte histórica, cultural y medicinal, recibiendo ejemplares que provengan de tráfico ilegal, que ya no se pueden cuidar o que ya no puedan regresar a la vida silvestre, para posteriormente replicarlo en otros lados, proyecto al cual pueden sumarse poniéndose en contacto a través de la página de Facebook: Axolo-tlali.