AL y el Caribe registran reducción del hambre

En América Latina y el Caribe se han logrado avances significativos en la lucha contra el hambre y por segundo año consecutivo la región muestra una reducción de los indicadores, siendo la única región del mundo con esta tendencia positiva, destacó Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), al presentar el informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en América Latina y el Caribe.

“Han salido del escenario de hambre en la región 4.5 millones de personas, pero aún tenemos 41 millones de personas que pasan hambre”, subrayó.

El funcionario alertó que persisten disparidades significativas entre subregiones, donde las mujeres, las comunidades rurales y las poblaciones vulnerables siguen siendo las más afectadas.

Explicó que la desnutrición crónica, el sobrepeso y la obesidad afectan de manera desproporcionada a ciertos grupos de la población regional. En algunos países, los niños menores de 5 años enfrentan problemas de bajo peso y talla, mientras que la obesidad y el sobrepeso en adultos y niños superan el promedio global en forma alarmante.

El informe advierte que al menos 20 países de América Latina y el Caribe están altamente expuestos a eventos climáticos extremos, afectando su seguridad alimentaria. El documento explica que eventos como sequías, inundaciones y tormentas, entre otros, pueden impactar desde la producción hasta el consumo de los alimentos, poniendo en riesgo los avances logrados en la reducción del hambre y la malnutrición en todas sus formas en la región.

América Latina y el Caribe es la segunda región del mundo más expuesta a estos fenómenos después de Asia. Actualmente el 74 % de los países de la región enfrentan alta exposición a eventos climáticos extremos y el 52 % son vulnerables a impactos negativos en su seguridad alimentaria. La variabilidad del clima y los eventos extremos, como sequías, inundaciones y tormentas, son una realidad que afecta diariamente a las vidas y a los medios de subsistencia de la región.

Mario Lubetkin atribuyó el progreso en la lucha contra el hambre en América Latina en los últimos dos años a factores como la recuperación económica tras la pandemia del covid-19, el incremento del gasto público en protección social y el impulso del comercio internacional, las mejoras del empleo y salario.