En 2024 ocurrieron aproximadamente dos mil 244 ciberataques al día, es decir, un ataque cada 39 segundos, según un reporte de la Universidad de Maryland.
De estos incidentes, 74 % en sectores financieros y aseguradores compromete datos personales de los clientes, lo que resalta la importancia de fortalecer la protección en estas áreas críticas.
En tanto, el Centro de Recursos contra el Robo de Identidad (ITRC, por sus siglas en inglés) reveló que en 2023 se registraron más de tres mil 200 ataques de datos en Estados Unidos (EE. UU.), lo que generó 353 millones de víctimas, muchas de ellas en múltiples ocasiones.
Y es que los ataques no solo han incrementado en volumen, sino también en sofisticación. Un informe del Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido (NCSC) emitido en enero de 2024, alertó que el uso de herramientas basadas en Inteligencia Artificial (IA) casi con toda seguridad aumentará la frecuencia e impacto de los ciberataques en los próximos dos años, con especial énfasis en el reconocimiento y la ingeniería social.
EE. UU. implementa estrategia
En este contexto, el gobierno estadounidense ha avanzado en la implementación de su Estrategia Nacional de Ciberseguridad. Según el Foro Económico Mundial (WEF), en mayo de 2024 varios de los objetivos de la estrategia se encontraban en fases avanzadas o ya estaban en vigor.
Entre los principales avances se encuentra el desarrollo de ejercicios de escenarios de ciberseguridad para preparar a los propietarios de infraestructuras críticas contra ataques de Estados y actores maliciosos.
También se han propuesto modificaciones en las compras gubernamentales de dispositivos del Internet de las Cosas (IoT) para garantizar que sean seguros desde su diseño.
Asimismo, se han fortalecido las alianzas internacionales mediante la creación de la Oficina de Política Cibernética y Digital dentro del Departamento de Estado, con el objetivo de coordinar esfuerzos para combatir amenazas digitales a nivel global.