En los últimos cuatro meses, al menos siete países han reportado casos de jarabe para la tos contaminado o que podría presentar contaminación, entre ellos tres (Indonesia, Gambia y Uzbekistán) donde han fallecido 300 personas, en su mayoría niños, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A los casos de fallecidos en esos tres países, que ya se conocían y habían motivado alertas de la OMS para que determinados jarabes dejaran de usarse, el organismo suma ahora Filipinas, Timor Oriental, Senegal y Camboya, donde la presencia de jarabes contaminados no ha sido aún confirmada, pero hay riesgos potenciales de ello.

Asimismo, los productos contaminados lograron autorización para ser introducidos en otros mercados, aunque “no se espera que estén a la venta”, indicó la portavoz de la OMS, Margaret Harris.

Ante la proliferación de casos, la OMS ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que aumenten los esfuerzos de detección y retirada de este tipo de productos contaminados.