Amplía Donald Trump uso de la Guardia Nacional

La Guardia Nacional, según la narrativa de Donald Trump, es para contrarrestar una “ola imparable” de violencia. Cortesía
La Guardia Nacional, según la narrativa de Donald Trump, es para contrarrestar una “ola imparable” de violencia. Cortesía

Donald Trump firmó el lunes pasado la orden para el envío de la Guardia Nacional a Memphis, Tennessee, que se suma así a Washington DC en recibir elementos de esta fuerza para frenar lo que el presidente llama “ola imparable” de violencia e inseguridad. Según él, la situación del crimen nunca había estado peor en Estados Unidos. La realidad dice otra cosa.

En números fríos, la situación real de la violencia no política en Estados Unidos va a la baja. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) reportó que en 2024 los delitos violentos cayeron 4.5 % frente a 2023; los homicidios bajaron cerca de 15 % y también disminuyeron robo, violación y asalto agravado.

Esa tendencia siguió en la primera mitad de 2025 en 42 ciudades, según la medición del Council on Criminal Justice: homicidio, asaltos con arma y robos siguieron descendiendo respecto de 2024 y, en promedio, están por debajo de 2019 (antes de la pandemia), aunque no todas las urbes han regresado aún a niveles pre 2020: Las ciudades con los problemas más graves de violencia son: St. Louis, considerada la ciudad más peligrosa de Estados Unidos, Detroit, Baltimore, Memphis y Kansas City, pero en términos generales, la violencia va a la baja.

Medidas adicionales

El 11 de agosto, la Casa Blanca declaró “emergencia por crimen” en Washington DC y dos semanas después dictó “medidas adicionales” que incluyeron instrucciones para coordinar a policías locales y fuerzas federales bajo autoridad del fiscal general. Al agotarse los 30 días, el control federal cesó y la alcaldesa recuperó el mando del cuerpo policial, aunque la guardia y agentes federales continúan presentes. Todo esto se dio pese a que DC venía de cerrar 2024 con el nivel de delito violento más bajo en 30 años.

Por tasas recientes y comparables, de acuerdo con datos oficiales en Estados Unidos, los focos altos de crimen violento se ubican mayoritariamente en estados republicanos, aunque también hay algunos demócratas: Nuevo México (demócrata), Alaska (republicano), Tennessee (republicano), Arkansas (republicano) y Louisiana (republicano); los picos de homicidio se ubican en Mississippi (republicano), Louisiana (republicano), Alabama (republicano), Nuevo México (demócrata) y Tennessee (republicano).

Desafíos legales

Fuera de Washington, la expansión de tropas enfrenta límites políticos y legales. En Chicago, hasta el 12 de septiembre no había orden de desplegar a la Guardia Nacional. Al mismo tiempo, Trump firmó una orden para crear una “fuerza de reacción rápida” de la Guardia Nacional a nivel nacional, lo que ha dividido a gobernadores y ya detonó litigios.

Sobre estas acciones, el parte más importante vino de California, al confirmarse que el 2 de septiembre un juez federal determinó que el uso de tropas, Guardia Nacional federalizada y Marines para el orden público en Los Ángeles violó la Ley Posse Comitatus, que restringe el empleo de militares en funciones policiales internas. Esa orden quedó en pausa temporal por un tribunal de apelaciones mientras se revisa el caso, pero marca la pauta de qué tan lejos puede llegar la Casa Blanca fuera de Washington DC.