Al menos ocho personas murieron ayer y 31 resultaron heridas después que la capital de Afganistán, Kabul, fuera atacada con una ráfaga de morteros, sin que horas después se conozca la autoría del ataque. 

De acuerdo al Ministerio del Interior afgano, al menos 23 rondas de morteros fueron disparados desde la parte trasera de dos camiones pequeños, estacionados en una carretera en el norte de Kabul.

Los cohetes fueron dirigidos hacia los distritos policiales 2, 9, 10, 11, 15 y 16, en el centro de la capital afgana. 

El portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian, informó en una declaración que hasta el momento hay ocho muertos y 31 heridos.

“El número de víctimas no es definitivo y podría aumentar”, dijo Arian.

Zonas afectadas

El ataque se produjo aproximadamente a las 08:45 horas, hora local/pico de la capital afgana. La mayoría de los cohetes cayeron en zonas del centro de la ciudad, que es además sede de la mayoría de los edificios gubernamentales.

Hasta ahora ningún grupo insurgente se ha atribuido la responsabilidad del ataque. 

El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, aseguró que “el bombardeo de cohetes en la ciudad de Kabul no es obra de los muyahidines del Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes)”.

“No permitimos el lanzamiento de cohetes a ciegas en áreas pobladas”, sostuvo.

Ataques de este tipo han sido reivindicados en el pasado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), el gobierno sin embargo ha vinculado estos bombardeos a los talibanes.

“Los talibanes se enfrentan a una nación. El incidente terrorista de hoy es una clara enemistad de los terroristas contra los ciudadanos”, dijo Arian culpando a los talibanes por los ataques.

El atentado se produce al tiempo que se llevan a cabo las conversaciones de paz entre los talibanes y el Gobierno de Kabul, que comenzaron el pasado septiembre, sin embargo, los negociadores han reconocido que no han habido avances hasta ahora.