El regreso a las actividades cotidianas y la convivencia con el coronavirus provocará cambios en la forma en que la gente interactúa con el dinero. Como medida preventiva, los protocolos sanitarios en las sucursales de los bancos son cada vez más estrictos; además, apuestan por una fuerte reducción en el uso de efectivo. Hasta el momento, aquellos que operan en México han sido claros en que no abrirán la totalidad de sus establecimientos ni regresarán a sus empleados a las oficinas en tanto no mejoren las condiciones y los semáforos epidemiológicos cambien a color verde en la mayoría de los estados.

De acuerdo con datos de la Asociación de Bancos de México (ABM), las instituciones financieras tienen 267 mil trabajadores en todo el territorio nacional; 33% -87 mil 800 personas- labora en la capital del país. En el caso de esta urbe, unos 18 mil empleados se ubican exclusivamente en las sucursales bancarias; sin embargo, prácticamente una cuarta parte de éstas se encuentra cerrada ante el Covid-19.

Ante el reto de disminuir la afluencia en sucursales, los bancos apuestan por el uso de medios de pagos digitales; no obstante, el reto es importante en un país donde nueve de cada 10 operaciones diarias se realizan con efectivo.

Crecen actividades en línea

Poco a poco, los usuarios mexicanos han empezado a cambiar algunos aspectos en el uso del dinero; por ejemplo, cifras de HSBC muestran que durante mayo pasado se registró 70% de incremento en sus operaciones digitales respecto al mes previo. Además, durante los días de confinamiento la base de clientes por esa vía de la institución financiera creció 41% en comparación con el mismo mes de 2019, a un total de 2.6 millones de clientes.

Asimismo, más de 800 mil ciudadanos comenzaron a utilizar los servicios digitales de HSBC México y trasladaron operaciones que antes realizaban en sucursales o a través de otros canales.

A la par existe la plataforma Cobro Digital (CoDi), desarrollada por el Banco de México (Banxico), la cual consiste en efectuar pagos a partir de la lectura de códigos QR desde teléfonos móviles. Lentamente se está implementando en comercios de todo el país.