Bombardeos militares dejan 67 muertos

Afganistán y Pakistán se acercan peligrosamente a la guerra. Cortesía
Afganistán y Pakistán se acercan peligrosamente a la guerra. Cortesía

Afganistán y Pakistán, liderados por los talibanes, se acercan peligrosamente a la guerra.

Tras años de creciente tensión por la actividad insurgente en sus respectivos territorios, los dos países vecinos se vieron sacudidos por una noche de intensos combates en la montañosa frontera de Durand.

Una serie de incursiones talibanes en varios puntos de la frontera provocaron, según los afganos, la muerte de 58 soldados de Islamabad y nueve militantes de Kabul al otro lado de la frontera.

Una noche de violencia seguida de amenazas por la mañana del sábado: el primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, prometió una respuesta “contundente y eficaz”, acusando a los afganos de utilizar “elementos terroristas” en un ataque que el gobierno pakistaní califica de “no provocado”.

Esto es totalmente opuesto a lo que Kabul ha afirmado, donde el portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, estimó la muerte de 58 soldados pakistaníes y los heridos de otros 30, describiendo la acción como una “represalia” por las explosiones ocurridas el jueves por la noche en Kabul, que los talibanes atribuyeron a un “ataque aéreo pakistaní”.

Niegan ataques

Islamabad niega tales ataques, pero afirma su derecho a “defenderse” de las acciones de militantes hostiles que, según cree, son obra de los talibanes.

En Islamabad, parece más que una coincidencia que Kabul “atacara a Pakistán justo cuando el ministro de Asuntos Exteriores afgano visitaba la India”, donde, según el Ministerio de Información, se estaban emitiendo “declaraciones conjuntas contra Pakistán”.

Por su parte, Mujahid declaró a la prensa que Kabul “detuvo las represalias a medianoche” gracias a la mediación de Arabia Saudí y Catar, acusando posteriormente a Islamabad de atacar a las fuerzas fronterizas el domingo por la mañana.