El ataque a balazos contra las familias que esperaban turno para ingresar al penal de Cuautla, la mañana del domingo, tenía como objetivo distraer a las autoridades y montar un operativo para liberar a 11 hombres detenidos una semana antes por el delito de secuestro.

En el grupo que pretendían liberar, confirmaron fuentes extraoficiales, se encuentran dos presuntos agresores del periodista Andrés Salas, actualmente bajo custodia del Mecanismo federal de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas.

Los 11 hombres arrestados el 16 de febrero, según la línea de investigación, tendrían audiencia en la Ciudad Judicial de Cuautla, situada a la vuelta del centro penitenciario, por el delito de secuestro y el homicidio del asistente del comunicador, muerto en el ataque a balazos.

Lo que buscaba la célula delictiva era generar un caos mediante el ataque a las puertas del penal de Cuautla, así como a la Ciudad Judicial, y después fraguar el rescate de sus compañeros.

En los hechos, los agresores dispararon primero contra el centro penitenciario y después contra la Ciudad Judicial.