Califica golpe de Estado en Chile de “abominable”

Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Chile, Gabriel Boric, ofrecieron un mensaje a medios en el Palacio de La Moneda, tras haberse reunido en privado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el golpe de Estado que llevó a cabo el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973 como un hecho “abominable” y “una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos”.

Ante el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, su homólogo de Chile, Gabriel Boric Font, agradeció al pueblo mexicano su hermandad y solidaridad por haber dado asilo a más de tres mil chilenos aquel 11 de septiembre de 1973.

En un mensaje conjunto, el mandatario chileno destacó que hoy la hermandad de Chile y México se proyecta al futuro con base en un compromiso inclaudicable con la democracia centrada en el pueblo.

“Y como siempre nos recuerda Andrés Manuel López Obrador, con los pobres primero”, dijo.

El mandatario chileno subrayó que la visita del presidente López Obrador tiene un sentido de visión histórica y de compromiso con la figura democrática del presidente Allende, pero también tiene un sentido de presente.

“Su visita del presidente es por el motivo de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado y su compromiso con la democracia de América Latina, y seguir trabajando en beneficio de nuestros pueblos”, comentó.

Calderón, “presidente espurio y conservador”: AMLO

Como homenaje a Salvador Allende, a 50 años de su muerte, el presidente López Obrador destacó que en México su gobierno ha reducido la pobreza y la desigualdad.

En la ceremonia de condecoración con la Orden Mexicana del Águila Azteca —en grado de insignia— a la senadora Isabel Allende Bussi, hija del expresidente Salvador Allende, y acompañado por el presidente Gabriel Boric, el mandatario mexicano afirmó que en nuestro país se acabó la simulación y que no hay una oligarquía dominando con fachada de democracia.

Comparó que en 2010, bajo la presidencia de Felipe Calderón —a quien llamó “presidente espurio y conservador”—, la diferencia entre ricos y pobres era de 35 veces, mientras que bajo su gobierno se ha reducido a 15.