El grupo criminal de Rafael Caro Quintero continúa desde la cárcel operando su lucha contra los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán por el control de Sonora, entidad estratégica para el tráfico de drogas sintéticas a Estados Unidos, y que en nueve años el capo logró recuperar con la ayuda de una red de familiares.
Según un reporte del Gabinete de Seguridad federal, se investiga si Juan Pablo Quintero Navidad, “el 25”, primo del “Narco de Narcos”, dirige desde el penal federal núm. 12, de Guanajuato, las actividades delictivas del Cártel de Caborca, pero bajo el nombre de Juan Carlos Muñoz Martínez, el cual habría usurpado para no ser identificado por las autoridades.
En un operativo realizado en febrero en la Ciudad de México, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) y del Ejército Mexicano detuvieron a seis presuntos delincuentes, entre ellos, uno que se identificó como Juan Carlos Muñoz Martínez, alias “Ángel Barraza”, quienes declararon pertenecer al Cártel del Golfo, con presencia en Tamaulipas.
A más de un año de ser vinculados a proceso por los delitos de asociación delictuosa y recluidos en dicho penal, la FGR recibió información de inteligencia que señala que Muñoz Martínez se trata en realidad de Quintero Navidad, hijo del narcotraficante Emilio Quintero Payán, asesinado en una operativo policíaco en 1993.
Según el informe, el primo de Rafael Caro Quintero dirige desde la cárcel actividades delictivas como secuestro, extorsión, asesinatos y desapariciones en los municipios de Guaymas, Empalme y Cajeme, Sonora.
Desde ahí indica cómo operar a su primo, Roy Antonio Soto Quintero, “el Tony”, quien a su vez, desde Guadalajara, da instrucciones al resto de los lugartenientes del grupo criminal “La Plaza”.
Juan Pablo Quintero Navidad encabeza así “La Plaza”, al servicio del Cártel de Caborca de su primo el “Narco de Narcos”, preso actualmente en el penal de “El Altiplano”, en el Estado de México.
El reporte indica que “el 25” tomó las riendas del grupo “La Plaza” en 2015, luego de que su hermano Sajid Quintero Navidad, “el Cadete”, se entregó a la agencia antidrogas (DEA), como testigo protegido.
En la lista de los 122 objetivos prioritarios, elaborada en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, aparecía el nombre de Juan Pablo Quintero Navidad como uno de los jefes criminales más peligrosos en Sonora.
Autoridades federales y del Estado de Sonora atribuyen a Juan Pablo Quintero Navidad el ataque armado al Palacio Municipal de Guaymas, en noviembre de 2021, dirigido al director de Seguridad Pública, el capitán de la Marina, Andrés Humberto Cano Ahuir, y en el que murieron dos hombres y una activista feminista.
El pasado 5 de octubre fueron colocadas varias “narcomantas” en los municipios de Empalme, Caborca y Santa Clara, Sonora, con los nombres de los líderes de “La Plaza”, a quienes responsabilizan de la ola de violencia en esa región del estado gobernado por el exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño.
La Fiscalía General de la República abrió una investigación sobre la identidad de Juan Carlos Muñoz Martínez, preso en el penal federal de Guanajuato, luego de las versiones de que se trataba en realidad de Juan Pablo Quintero Navidad, sobrino del narcotraficante Rafael Caro Quintero.
En los nueve años que estuvo en libertad, tras ganar un amparo en 2013, el capo Rafael Caro Quintero reclutó a sus familiares para recuperar a sangre y fuego su antigua influencia en las rutas de tráfico de drogas por el estado de Sonora.
Integró al Cártel de Caborca a sus primos y sobrinos. Algunos ya fueron detenidos y otros siguen sembrando el terror en dicha entidad del norte del país.
De acuerdo con informes de inteligencia, tras la captura —en julio pasado— de Rafael Caro Quintero, su sobrino Rodrigo Páez Quintero, “el R”, quedó al frente del Cártel de Caborca.