Cuando un niño desaparece, ya sea porque está extraviado o fue raptado, cada minuto que pasa y cada persona que pueda colaborar es de vital importancia.

Ese fue el reclamo de los familiares de Fátima Aldrighett, la niña de siete años que murió luego de ser raptada y torturada y cuya búsqueda inmediata por la policía se demoró por la burocracia de las autoridades de Ciudad de México.

“No es posible que hayan pasado tantos días y que la familia haya sido la que haya dado las pistas, que haya tenido que dar todo el trabajo para que se encontrara hoy a Fátima”, dijo con impotencia Sonia López, la tía de Fátima.

“No es posible que se hayan perdido horas fundamentales para dar con ella. Fátima pudo haber sido encontrada con vida, pero nadie nos hizo caso”, acusó López, al tiempo que las autoridades reconocieron que hubo omisiones en el caso.

Una de las fallas que denunció la familia fue la demora en el lanzamiento de la Alerta Amber, un sistema de publicación de boletines de emergencia cuyo concepto nació hace más de 20 años en Estados Unidos.

¿Cuál fue su origen?

Amber Hagerman, una niña de nueve años, fue secuestrada cuando jugaba en su bicicleta en los suburbios de la ciudad de Dallas, Texas, en 1996. Fue encontrada muerta cuatro días después.

La falta de un sistema efectivo y estandarizado para pedir el apoyo de la ciudadanía en ese entonces llevó a la creación de la “Alerta Amber”, un acrónimo de America’s Missing: Broadcasting Emergency Response (“Desaparecidos en EUA emisión de respuesta de emergencia”).

El legado del caso Amber Hagerman ha permitido la recuperación de 985 menores hasta ahora en EUA, indicó el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.

“Para los casos apropiados, las Alertas son una herramienta que activa al público y les permite ser los ojos y oídos de la policía”, explicó John Bischoff, de la división de Niños Desaparecidos de NCMEC.

“Cuando alguien está huyendo con un niño y tiene la intención de hacerle daño, transmitir esa amplia red de información de búsqueda es invaluable para llevar a ese niño a casa de manera segura y rápida”, agregó.

El modelo de avisos se ha retomado en otros países. En América Latina, se ha implementado en México, Guatemala y El Salvador.

Amber Hagerman

La noche del sábado 13 de enero de 1996, Amber Hagerman y su hermano menor jugaban en sus bicicletas en el estacionamiento de una tienda del centro de Arlington, en los suburbios de Dallas, Texas.

Los menores llevaban menos de 10 minutos solos, dando vueltas en el lugar, cuando Amber fue secuestrada.

El único testigo que pudo declarar lo que vio le dijo a la policía que fue un hombre el que tomó a la niña, la metió en una camioneta negra y se la llevó.