CELAC, AMLO y la incertidumbre

México retoma la visión de un liderazgo latinoamericano como contrapeso ante el vecino del norte, lo que parece incluir el respaldo de China, el otro indiscutido polo de poder mundial.

El cierre de la presidencia temporal de México en la Conferencia de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) —con la participación de 33 naciones— aportará referencias adicionales sobre un reajuste geopolítico con la crisis de los bloques económicos y los tratados de libre comercio, como nuestro T-MEC con la Unión Americana y Canadá. Aunque nadie sabe lo que surgirá finalmente de un nuevo orden.

En lo que fue apenas la sexta reunión de CELAC —creada en 2010—, Estados Unidos fue el elefante en medio de la sala que nadie quiso mencionar. El contraste entre el despliegue de la CELAC y los modestos alcances (salvo buscar el rescate de las cadenas de abastecimiento) del Diálogo Económico con Estados Unidos (DEAN) efectuado en Washington el pasado día 9, impondrá un periodo de incertidumbre. Como lo avistó el canciller Marcelo Ebrard, el reto mayor será dotarlos con más acuerdos y resultados. Pero quizá también, con menos ideología.

Requerirá tiempo concluir si la cumbre de CELAC fue o no un éxito para la diplomacia mexicana, para el gobierno AMLO y el propio Ebrard, en el esfuerzo de crear un solo interlocutor ante el imperio estadounidense.

Lo más destacable entre los 44 acuerdos logrados es el frente para encarar el desafío sanitario en la región, desnudo por la pandemia. Se confirmó qua la zona quedará lejos de cumplir el cuadro completo de vacunas anticovid este año. Y las diferencias son enormes: Chile y Uruguay van al 87%; Nicaragua, al 6%; Venezuela, al 22%, Bolivia al 33%. México y Cuba promedian 45%. La parte rica del mundo, donde habita 13% de la población, monopoliza 39% de las dosis.

En la reunión de CELACl o más vistosa fue el vergonzoso papel de Nicaragua, Cuba y Venezuela que contradicen desde ya los acuerdos en materia de respeto a las libertades ciudadanas, lo que resultó acentuado con la presencia de Nicolás Maduro, caricatura de dictador.

Otro debate sobre la mesa es la postura de la región sobre la OEA y su secretario general, el uruguayo Luis Almagro. Un bloque de naciones formado por México, Argentina y Perú, en triste alianza con Cuba, Venezuela y Nicaragua, están por impugnarlos. Otro grupo, con Chile, Colombia, Uruguay y Ecuador, apoyan a la organización en lo esencial. Y habría que sumar a Estados Unidos y Canadá.

Será el tiempo quien diga que sucederá con cada postura, aunque algunas son impensables.