La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es responsable del 17 % de las emisiones de CO2 en México, asegura un estudio publicado por México Evalúa.
El documento subraya que, entre todas las actividades productivas, la generación de electricidad ocupa el primer lugar en emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país, con el 32 %.
Explica que la Central Termoeléctrica de Tula, Hidalgo, “es una de las plantas industriales más contaminantes del país, con impactos severos en la salud y la calidad de vida de la población”, aunque la información pública disponible no permite conocer estos impactos con exactitud.
México Evalúa considera “que en general, la empresa eléctrica estatal carece de una política de responsabilidad corporativa robusta y bien estructurada, por medio de la cual pueda cumplir con sus objetivos de sostenibilidad”.
“El impacto de la CFE es suficientemente significativo como para que esta empresa no cuente con una estrategia consolidada e implementada para operar con sustentabilidad y aminorar sus impactos ambientales y sociales”, señaló Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de Regulación y Competencia Económica de México Evalúa.
Cita que, en 2019, la Comisión generó 29 % del total de emisiones de CO2 del sector eléctrico, y 17 % del total de emisiones del país, de acuerdo con su propio Plan de Negocios 2022-2026.
El estudio destaca una disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en el país, que podría explicarse por la entrada de fuentes renovables de energía y la sustitución de centrales térmicas con carbón o combustóleo por centrales de ciclo combinado con gas natural, en los últimos 10 años.
Emisiones de gases de efecto invernadero
Dicha evaluación contempló aspectos como las emisiones de gases de efecto invernadero, la calidad del aire y la gestión del agua, tanto para la central termoeléctrica como para la CFE en general, a la luz de los estándares ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés) y de las metodologías más avanzadas en la materia.
“Uno de los aspectos más preocupantes en la operación de la CFE es el incremento en el uso de combustóleo –un residuo de la refinación altamente contaminante– para la generación de energía, el cual fue la tercera fuente de energía de la empresa en 2021. Su uso aumentó 8 % frente a la generación de 2020, de acuerdo con el informe anual de la Comisión. A pesar de esta preocupación, no existe un reporte histórico del uso de combustóleo publicado por la empresa, y mucho menos relacionado con la actividad de la central de Tula,” advierte el estudio.