China dio una nueva muestra de la modernización de su fuerza naval al anunciar la entrada en servicio de su tercer portaaviones, el Fujian, equipado con tecnología de la que solo dispone también Estados Unidos, en pleno aumento de la rivalidad militar entre las mayores potencias mundiales.
El Fujian fue incorporado oficialmente a la Armada china durante una ceremonia de entrega de bandera en la localidad de Sanya (isla meridional de Hainan) a la que asistió el presidente Xi Jinping, informaron medios estatales.
El buque toma su nombre de la provincia suroriental homónima situada frente a Taiwán, un territorio para cuya “reunificación” Pekín no ha descartado el uso de la fuerza.
Se trata del primer portaaviones chino dotado de catapultas electromagnéticas, un sistema que emplea energía eléctrica para impulsar aeronaves desde la cubierta.
El buque fue botado en junio de 2022 en el astillero de Jiangnan (Shanghái) y realizó su primera navegación de pruebas en mayo de 2024 para verificar los sistemas de propulsión y eléctricos.
En septiembre atravesó el estrecho de Taiwán hacia el mar de China Meridional para ensayos y entrenamientos.
Se trata del primer portaaviones chino diseñado y construido íntegramente en el país, con un desplazamiento superior a las 80 mil toneladas, dado que los dos previos, el Liaoning y el Shandong, derivan de diseños soviéticos y emplean rampas de despegue en lugar de catapultas.
La nave marca un avance para el Ejército Popular de Liberación (Ejército chino) en su planificación de contar con seis portaaviones para 2035, como parte de su programa de modernización.
Analistas citados por el diario Global Times señalaron que la entrada en servicio del Fujian marca el inicio de la “era de la catapulta electromagnética” en la Armada china y la transición de una defensa costera a una “defensa en alta mar”.












