En su segunda gira de trabajo con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no hay nada que temer, ya no van a regresar los que se sentían dueños de México.
A 20 días de la elección federal, donde Morena y aliados se llevaron “carro completo”, el mandatario dijo que vivimos tiempos interesantes, por eso se están dando cambios relevantes y se están rompiendo mitos.
“Los mitos de que el pueblo es manipulable, que se le puede jugar el dedo en la boca, tomen su manipulación, tomen su Champotón”, dijo López Obrador golpeando su puño izquierdo con su mano derecha.
Aseguró que ahora el pueblo es el protagonista de la democracia verdadera; y si se equivoca no importa, el pueblo vuelve a mandar.
Destacó su alegría porque el pueblo de México tuvo buen tino y eligió a una mujer con muchas convicciones, porque eso es lo mejor que lo pudo pasar a México, más allá de la cuestión partidista; dijo que Sheinbaum gobernará para todos.
Ante los gritos de sus seguidores que le pedían que no se fuera del gobierno, el presidente reiteró que no aspira un “maximato, ser el hombre fuerte, líder moral y mucho menos cacique”.