La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró dos mil 600 hectáreas de selva en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, como resultado de intensos operativos.
En el caso de Yucatán, la Profepa encontró el desmonte de 350 hectáreas en el municipio de Tekax, presuntamente por parte de comunidades menonitas, quienes arrasaron con la vegetación natural para transformar la zona en terrenos agroindustriales, todo sin autorización legal.
Durante la inspección en el paraje San Diego Buenavista, las autoridades encontraron restos de árboles carbonizados, uso de maquinaria pesada, drenes para desagüe, un sistema de riego por aspersión y hasta una estructura de concreto.
Esta evidencia señala una abierta violación a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Además, se aseguraron maquinaria agrícola, madera en rollo, cosechadoras y tractores, así como especies vegetales protegidas, como caoba y palma chit, enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y la CITES.