La Iglesia católica detalló en su editorial que este Domingo de ramos da inicio a la Semana Santa, que es la más importante del año para dicha institución y también una semana en la que las instituciones educativas se detienen, así como una gran mayoría de empresas, por lo que se vuelve un breve periodo vacacional.
Además, el clero recalcó que estos tiempos enmarcados por la violencia en México y en el mundo por secuestros masivos, atentados terroristas, violencia intrafamiliar y una fractura del tejido social, es una oportunidad para cargar “baterías espirituales”.
Esta pausa no forma parte de los días de descanso obligatorio, sin embargo, al ser un país que se declara en su mayoría católico, desde hace años, se acostumbró a que las empresas e instituciones de gobierno dejaran a sus empleados vivir los oficios del Triduo Pascual, compuesto por las liturgias del Jueves y Viernes Santo, y la Vigilia Pascual, la misa más importante del año.
La editorial Desde la fe reiteró que “la Semana Santa no es una anécdota histórica sobre la trágica muerte y la increíble resurrección de un profeta que vivió hace 2000 años. Es más bien, un tiempo para recordar y volver a vivir el gran testimonio de amor que Dios nos ofreció a través de su hijo muy amado, que, sin importar su condición divina, abrazó con amor la cruz y nos alcanzó la vida eterna a todos los que crean en él”.
Así se vivió el Domingo de ramos en Iztapalapa
Por otra parte, pese al intenso sol que cae en toda la ciudad, miles de religiosos se dieron cita en calles de la alcaldía Iztapalapa para dar inicio al tradicional Domingo de ramos, esto como parte de la representación 181 de la Semana Santa en aquella demarcación; las calles adornadas, las palmas y ramos, los cohetones y un ambiente -aunque sea por momentos- de hermandad, es lo que se vivieron los fieles.
Según la tradición, desde las cinco de la mañana los residentes que participan en la escenificación de la Pasión de Cristo se dieron cita en la Casa de los Ensayos, donde la gran mayoría se personifican como apóstoles. Dos horas después, con sus ramos en mano, los discípulos de Cristo se dirigieron a la casa de los mayordomos en el barrio de San Miguel a recoger la figura de Jesús de Nazaret.
Cuatro creyentes fueron los designados para llevar en sus hombros la efigie que tiene más de 50 años de encabezar la caravana que recorre las calles de los barrios de San Pablo, San Lucas, San Ignacio y San Pedro. Poco después de las 11 de la mañana, en la parroquia de San Lucas Evangelista se realizó la tradicional de bendición de ramos. Hasta el momento las autoridades de la demarcación reportan una asistencia de aproximadamente cinco mil personas.
La escenificación se desarrolla hasta ahora con un saldo blanco, según elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SCC), quienes desplegaron un operativo con más de mil agentes policiacos que son apoyados por paramédicos, personal de la alcaldía y de Protección Civil.