Si se aprueba la iniciativa de reforma eléctrica, una cuarta parte de las plantas de generación del sector privado se apagarán y cuando los bancos vean que no tienen contratos pedirán los pagos, esto provocará un efecto dominó en toda la economía mexicana, advirtió la experta en temas energéticos y cofundadora de voz experta, Rosanety Barrios.
Expuso que los contratos que tienen con la CFE generan a las instituciones financieras la certeza de que habrá un pago, pero si se reduce la participación de los privados de 62 % a 46 % tendrán que dejar de funcionar una cuarta parte de las plantas en manos de privados, lo que además de motivar pleitos legales terminará en incertidumbre.
Porque las “otras (plantas) que queden, como quedan sujetas a los términos absolutamente discrecionales de la CFE para definir cómo compraría la energía, entonces resulta que la certeza que tenían respecto a los contratos que hoy sostienen su operación desaparecen y quedan sujetos al nuevo monopsonio que estaría representado por la CFE, esto, sin la necesidad de hacer nada, (lo que) implica un aumento en el riesgo importante de recuperación de la inversión”.
Esto pondría en alerta a la banca o a “las instituciones financieras que prestaron el dinero para construir todas esas plantas, que van a decir, como ya no hay contrato, que era la garantía con la que me pagarías, por lo tanto las cláusulas normales para efectos de un financiamiento le permitirían a la banca decir: págame, en lo que se investiga, me pagas”.