Desde 2014, Rusia y Ucrania han mantenido una tensa confrontación que comenzó con la anexión de Crimea por parte de Rusia. Este conflicto escaló significativamente en 2022 con la invasión a gran escala por parte del gobierno ruso, desencadenando una crisis de alcance global.
Recientemente, Ucrania intensificó su ofensiva al utilizar misiles de largo alcance tipo ATACMS, aprobados por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Según medios británicos, el miércoles 20 de noviembre Kiev también lanzó por primera vez misiles Storm Shadow, proporcionados por Reino Unido.
Por su parte, Rusia respondió este jueves 21 de noviembre al lazar un misil balístico intercontinental dirigido a fábricas e infraestructura crítica en Dnipró, una ciudad clave en el centro de Ucrania.
Ante estos hechos, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió que el conflicto ha adquirido un “carácter mundial”. Esto se traduce en una amenaza latente hacia los Estados que suministran armas a Ucrania, señalando el derecho de Rusia a tomar represalias contra estas naciones.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Un conflicto armado de carácter mundial o internacional involucra el uso de fuerza armada entre dos o más Estados, independientemente de las razones o la magnitud del enfrentamiento.
De acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados, este tipo de conflictos puede incluir situaciones donde un Estado niegue la existencia de guerra o rechace el reconocimiento del gobierno contrario.