El 5 de febrero se conmemorará el 107 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Documento que ha sido el pilar de la identidad nacional, la base del sistema jurídico, el guardián de los derechos y libertades.
El movimiento constitucionalista, cuyo análisis ha sido profundizado con maestría por ilustres historiadores, encuentra su punto de inflexión en el convulso año de 1913. Movimiento que surge como respuesta antagónica al régimen de Victoriano Huerta. En este contexto Venustiano Carranza se erigió como defensor de la Constitución, pero en una interpretación totalmente opuesta a las prácticas huertistas.
La gran tarea de Carranza fue diseñar una estrategia que permitiera canalizar el ímpetu de la lucha armada hacia la instauración de un gobierno legalmente reconocido y con fundamento en sólidos principios constitucionales. Esta necesidad de transición de la revolución a la institucionalidad, fue el motor que propulsó la creación de la Constitución de 1917.
La Constitución contiene un conjunto de normas que determinan que se es una República, presidencialista, representativa, democrática y federal, con un sistema de división de poderes, de pesos y contrapesos que garanticen el no abuso del poder y la periódica renovación de sus autoridades.
Establece competencia y atribuciones de los órganos del Estado y las relaciones entre éstos; instaura procedimientos de creación jurídica; y, determinan los contenidos de las normas secundarias. Las primeras configuran lo que la teoría constitucional denomina como la parte orgánica y la última, la parte dogmática, en la que se reconocieron las entonces llamadas garantías individuales, hoy, Derechos Humanos, así como los procedimientos jurisdiccionales para hacerlos efectivos.
La Constitución en el momento de su promulgación fue reconocida por el mundo jurídico, como una constitución de vanguardia, por haber establecido, entre otros, los derechos sociales en favor de los trabajadores y los campesinos, la libertad de culto, el municipio libre, la libertad de imprenta.
La Constitución es la norma suprema que rige el entramado legal de esta nación. Su aplicación e interpretación justa y precisa son el cimiento sobre el que se asienta la convivencia armónica de nuestro país.
La Constitución es un instrumento vivo que necesita ser respetado y aplicado en la vida cotidiana de cada uno de los connacionales. Que el despertar de cada día brinde la confianza de que se vive en un país en el que la cultura de la legalidad rige la actuación de autoridades y particulares; se respeta el principio de división de poderes; un país de oportunidades laborales, artísticas, científicas, culturales.
La juventud tiene a su alcance la posibilidad de un horizonte educativo que les permita su realización profesional; seguridad en calles y caminos; las bellezas naturales, arqueológicas y culturales son preservadas, además de ser fuente de atracción e ingreso económico. En donde la integración de los grupos históricamente relegados, de mujeres, personas con capacidades y con preferencias diferentes, adultos mayores, no amerite de acciones positivas para su completa inclusión.
Esta conmemoración también debe ser un refrendo del compromiso continuo con los valores de justicia, equidad y libertad.