La delincuencia y el crimen organizado representa un costo del 7 % de las ventas anuales para las empresas, porcentaje que aumenta más cuando se trata de narcotráfico, ya que repercute en la estabilidad macroeconómica, desigualdad y Estado de derecho, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero en México se agrava la situación porque las redes criminales están profundamente involucradas en la extorsión, y las grandes rentas provienen del tráfico de drogas cuya actividad se va adaptando a la evolución de la demanda, lo que se refleja más recientemente en un aumento sustancial de las exportaciones de fentanilo.
Sin embargo, la mayoría de las empresas no informan la presencia de pandillas en su propio vecindario, lo que indica los costos económicos del crimen organizado pueden ser mayores, sobre todo para las de menor tamaño, cuyo costo de los delitos puede ser cuatro o cinco veces más.
Así lo revela un nuevo análisis titulado “Delitos violentos e inseguridad en América Latina y el Caribe: una perspectiva macroeconómica”, en el que se concluye que los homicidios aumentan cuando un país se ve afectado por un crecimiento negativo, una inflación elevada o un empeoramiento de las diferencias entre pobres y ricos.