Ocho integrantes de los Caballeros Templarios, entre ellos Germán Rivera Aguilar, alias “El Patrón”, y Miguel Ángel Pacheco Quezadaz, “El Armani”, considerados operadores directos de Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, recibieron sentencias condenatorias de hasta 25 años de cárcel por los delitos de delincuencia organizada, posesión de arma de fuego y de cartuchos, ambos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

El grupo de sentenciados fue detenido durante operativos realizados en diciembre de 2013 por la extinta Policía Federal en inmuebles de la capital michoacana, en los que se resguardaron después de participar en la quema de vehículos y ataques a bodegas de la empresa Sabritas en diversos puntos de Michoacán y Guanajuato.