El informe “La criminalización de personas en México”, con información proporcionada por la Coordinación General de Prevención y Readaptación Social, refiere que entre 2014 y 2022 se registraron en el país mil 074 personas centroamericanas privadas de la libertad en centros penitenciarios federales, de las cuales mil 029 son hombres, lo que corresponde a un 95.8 %, y 45 son mujeres, 4.2 %.

A nivel federal y estatal, las nacionalidades que prevalecen son la hondureña y la guatemalteca. En cuanto a su país de origen, del total de personas centroamericanas privadas de la libertad en centros federales, en su mayoría proviene de los países del norte de Centroamérica: Guatemala que corresponde al 41.2 %; Honduras, 37.7 %; El Salvador, 13.5 %, Nicaragua, 3.2 %; Belice, 0.3 %; Panamá, 0.3 % y Costa Rica 0.1 %.

De acuerdo con la información recopilada vía solicitudes de información, la edad promedio de las personas migrantes privadas de la libertad en centros penitenciarios federales es de 39 años.

En cuanto al tipo de delito, casi la mitad de las personas centroamericanas privadas de la libertad en un centro penitenciario federal en México están relacionadas con posesión, acopio o uso de armas; seguido del delito de secuestro, un 24 %; delincuencia organizada, 22 %. A la mayoría de las personas centroamericanas en los centros federales -60.6 %- se les imputa un solo delito, y al resto dos o más.

Respecto a dónde están recluidas las personas extranjeras privadas de la libertad, de acuerdo con la información recibida de los centros penitenciarios federales, la mayoría se concentra en Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Durango, Estado de México, Guanajuato, Coahuila, Morelos, Nayarit, Sonora y Michoacán.

A nivel estatal, la mayor cantidad de personas están recluidas en Baja California, Veracruz, Estado de México, Quintana Roo, Chiapas, Nuevo León, Oaxaca, Sonora, San Luis Potosí, Ciudad de México y Jalisco.