Adriana Dávila y Jorge Romero fueron los únicos panistas que levantaron la mano para suceder a Marko Cortés como dirigente nacional del PAN, ello en medio de la más grave crisis del partido después de la derrota del pasado 2 de junio.

La Comisión Organizadora Nacional del PAN, que preside Ana Teresa Aranda, informó que Jorge Romero y Adriana Dávila manifestaron su intención e iniciaron la recolección de firmas.

Se destacó que de inmediato inició el proceso de validar la información que presentaron y en breve se dará a conocer los registros validados.

Al respecto, Ricardo Anaya, expresidente nacional del PAN, reconoció la profunda crisis que vive el partido y dio su respaldo a Jorge Romero para que sea el próximo dirigente del partido.

Acotó que Jorge Romero estaría obligado a llevar a cabo una gran reforma estatutaria para abrir el PAN a la ciudadanía, o en caso contrario, sería su extinción.

“Yo estoy convencido de que esta puede ser la última oportunidad, no se exagera cuando se dice que este es momento de renovarse o de morir”, explicó.

Subrayó que Acción Nacional requiere de una reforma profunda a sus estatutos y para ello se debe tener el liderazgo de convocar a una asamblea nacional extraordinaria, ponerse de acuerdo con los liderazgos, y por supuesto, a la militancia de todo el país.

“Quienes conocemos al PAN, sabemos que quien tiene la posibilidad, el liderazgo de convocar a esa asamblea nacional y de promover una transformación profunda, de fondo, radical para abrir al PAN a los ciudadanos, desde mi perspectiva es sin duda Jorge Romero, tiene el liderazgo adentro del partido para convocar a esa asamblea nacional extraordinaria”, afirmó Anaya.

“Si en este momento el PAN no se reforma a fondo, no se renueva, podrían ser los últimos días (del partido)”, concluyó.