Cada inicio de ciclo escolar simboliza una nueva aventura para los estudiantes, quienes además de reencontrarse con sus compañeros, generar nuevos vínculos y aprender de sus profesores, llenan de un bullicio y alegría particular las calles y colonias.
Sin duda, el regreso a clases implica un gasto para las familias mexicanas, pero también una derrama económica importante para los comercios en todo el país.
El impacto que tiene en la industria textil, de calzado y de papelería, es de suma importancia, ya que genera empleos, dinamiza la economía y le da vitalidad al mercado interno.
¿Qué implica este regreso a clases en términos económicos?
Primero, es importante hablar de cuánto gastará cada familia en surtir las listas de útiles escolares. Según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, este año, en promedio, adquirir papelería, libros, calzado, mochilas, artículos de limpieza, uniformes y cubrir las cuotas voluntarias, tendrá un costo promedio de 10 mil 916 pesos por estudiante. Esto simboliza un incremento del 16 % comparado con el año anterior.
Segundo, es fundamental hablar sobre el impacto que tendrá en el mercado interno. Por ejemplo, en la Ciudad de México, según datos de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, este inicio de ciclo escolar dejará una derrama económica de 5 mil 523 millones de pesos, lo que beneficiará a más de 38 mil comercios.
¿Cuántos niños regresarán a la escuela?
Este primero de septiembre las aulas se llenarán del ánimo de más de 23 millones de estudiantes de educación básica. Según el calendario de la Secretaría de Educación Pública, tendrán 185 días efectivos de clases, 9 días serán de asueto, habrá 8 sesiones del Consejo Técnico Escolar y los periodos vacacionales serán del 22 de diciembre al 6 de enero; del 30 de marzo al 10 de abril; y las vacaciones de verano iniciarán el 16 de julio del próximo año.
Las cifras económicas reflejan la doble naturaleza del regreso a clases: para las familias, un gasto; para la economía, un impulso vital. Esta dinámica es especialmente relevante cuando se entiende que la educación no es solo un consumo: es una inversión en capital humano. Las sociedades que invierten en educación construyen productividad, creatividad, justicia social y desarrollo sostenido.
Cada mochila nueva, cada cuaderno a estrenar y cada lápiz serán las herramientas que abran la puerta al conocimiento, al pensamiento crítico, al fortalecimiento de la educación. Son una inversión valiosa para el presente y el futuro de la niñez y juventud.
Que este regreso a clases, recuerden las familias que su esfuerzo está sembrando el sueño de sus hijos. Que este nuevo ciclo escolar venga acompañado de aprendizajes, metodología, crecimiento emocional y la certeza de que, con educación, se construirá un país más justo.