Los funcionarios de la Administración de Control de Drogas (DEA) abogaron por una serie de ataques militares en México a principios de este año contra los cárteles de la droga, lo que alarmó algunos en la Casa Blanca y el Pentágono, reporta el medio The Washington Post, aunque no está claro si las objeciones planteadas bastaron para cambiar de enfoque o la propuesta de atacar a los cárteles en suelo mexicano sigue en pie.
A inicios de su mandato Donald Trump designó como organizaciones terroristas extranjeras a cárteles y bandas criminales, incluido, el Cártel de Sinaloa (CS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El medio informa que los funcionarios de la DEA “sugirieron tanto asesinatos selectivos de líderes de cárteles en México como ataques a la infraestructura del país, según estas personas”.
Las conversaciones fueron bastante conceptuales y carecían de un marco legal sólido, según varias personas. Sólo querían que los militares “los atraparan”, es decir, a los cárteles, “porque ahora tenemos la designación [de terrorista extranjero]”, dijo una persona.
“Algunos funcionarios del Pentágono y de la Casa Blanca pasaron tiempo con funcionarios de la DEA explicándoles la autoridad que confiere la designación. Los funcionarios de la DEA se mostraron receptivos, según varias personas”, menciona el Post.
De acuerdo con el reporte, las conversaciones interinstitucionales sobre los cárteles han sido coordinadas por la Casa Blanca, incluso en reuniones supervisadas por el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller.
El debate sobre las autoridades legales surge mientras los republicanos en el Congreso analizan una legislación que autorizaría a Trump específicamente a atacar a los cárteles.
La propuesta autorizaría a las fuerzas armadas a usar “toda la fuerza necesaria y apropiada contra aquellas naciones, organizaciones o personas que el presidente determine que son narcoterroristas”, según un borrador revisado por el medio The Washington Post.