Debo no niego, pago no tengo

El norte de la República mexicana está pasando por una de las peores sequías de su historia. Ciudades de Chihuahua, Durango, Sonora, entre otros estados, ven cómo sus presas no logran ni el 50 por ciento de su capacidad a causa de la falta de agua, ocasionada por las pocas lluvias que se han registrado desde hace varios meses en toda la región.

Ante eso, no hay poder humano que pueda contrarrestar esta realidad. Si no hay agua para el consumo interno, menos puede haberla para terceras personas.

Desde su llegada al poder, el presidente de los Estados Unidos ha mostrado su “pugilista” manera de negociar. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha mostrado entereza en cada combate, no solo con el tema de los aranceles que buscaba imponerle Trump a México, primero por el tema migratorio, el cual, luego de resolverlo, contraatacó buscando imponer aranceles por el tema del fentanilo, pero igual, al ver que el gobierno mexicano está logrando avances, frenó su segundo ataque.

Ahora, en su tercera intentona, amenaza con aranceles por el tema del agua que México le debe pagar a Estados Unidos. Pero la presidenta mexicana, y su equipo de asesores, han mostrado más inteligencia que bravura y con eso les ha bastado para frenar a un hombre que por un lado elogia a la presidenta Sheinbaum, y aunque asegura que no busca perjudicar a México, las palabras de supuesta admiración se quedan de lado para lanzar nuevas amenazas.

Sin embargo, en esta ocasión, a pesar de que es verdad que México le debe agua al estado de Texas y aunque Tijuana ha sido amenazada con que no recibirá agua, Sheinbaum no dio su brazo a torcer y aseguró que pagará lo que debe, pero lo hará cuando haya agua; es decir, cuando llueva lo suficiente.

“Debo no niego, pago no tengo”, dice el refrán y es una manera muy diplomática e inteligente de frenar los embates de una persona que muchas veces parece hablar y amenazar sin conocimiento de causa y sin buena asesoría, ya que, si tuviera claro el problema de la sequía, sería cauteloso y no amenazaría con algo que es de todos sabido que depende de la naturaleza, no de la mano del hombre.

Pero así es el estilo de Donald Trump, y seguramente este es apenas el primero de muchos rounds que la jefa del Ejecutivo mexicano deberá enfrentar y que ojalá siga manteniendo la inteligencia para poner a su contraparte estadounidense sobre las cuerdas.