Democracia, hazaña del pueblo mexicano

Celebrar elecciones, en un país grande y diverso como México que ha recorrido caminos sangrientos en la construcción de la democracia, es una gran proeza, que además es operada y observada por ciudadanos, muchos de ellos ajenos a partidos políticos y sin otro interés que no sea el bien de México. Esta es una hazaña reconocida internacionalmente y sobre todo es una hazaña que se merecen los mexicanos.

La democracia es un logro como pueblo. Se ha demostrado que se puede acabar con hegemonías de partidos con mañas dictatoriales, cumplir sueños de la derecha y hasta se ha dado terceras oportunidades a candidatos perseverantes. El voto es el superpoder. Al votar se elige a quienes trabajarán para el pueblo, ellos deberán ofrecer el servicio más profesional y pulcro. Al mando de un presidente, gobernador o alcalde administrarán los recursos de la nación y operarán las instituciones que dan seguridad, salud, educación, alumbrado, agua potable, etc. y un trabajo como este requiere rigurosa precisión.

Si el servicio resulta una patraña, con el uso del superpoder, se elige otro proveedor. Es para tomar en cuenta que estos prestadores de servicios utilizan toda clase de artimañas para renovar contrato o decidir a quién transferirlo, imagine usted que una vez en el puesto intentan que toda su familia, hermanos o hijos participen en el servicio o en su caso sean sus sucesores, son capaces de sabotear a la competencia o impedir que otros participen, crean minipartidos que no son otra cosa que changarros fraudulentos para confundir al votante y disminuir a fuertes competidores.

Permitir que añejos grupos con habilidades de rufianes o familias completas se apoderen de los partidos políticos atenta gravemente contra la democracia, evadir la responsabilidad de salir a votar también lo hace.

El hartazgo y la desconfianza de los ciudadanos hacia la clase política es justificadísima, pero callar, no exigir, y no votar es permitir que acaben con lo que tanto ha costado construir.

1.4 millones de mexicanas y mexicanos han sido reclutados y capacitados para recibir y contabilizar los votos, que su espíritu demócrata sea el rostro de México frente al mundo. Va la gratitud por su valioso servicio a la Patria.