México juega un papel importante en la iniciativa global para poner fin a la violencia contraniñas, niños y adolescentes (NNA), aun cuando no es una tarea fácil considerando las grandes injusticias que aún oprimen a muchos pueblos y las desigualdades que llevan a las personas a salir de sus lugares de origen por corredores migratorios plagados de riesgos, señaló la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra.
Durante un diálogo e intercambio de ideas realizado con la representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, Najat Maalla M’jid; la secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), Lorena Villavicencio, y la representante adjunta del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, Maki Kato, Piedra expresó que desde el inicio de su administración la CNDH se ha transformado para consolidar una Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo que fortalezca sus funciones de defensa y protección de los derechos en el ámbito nacional, enfatizando la atención a las y los menores de edad, empleando a personas servidoras públicas cuidadosamente seleccionadas y calificadas.
Detalló que la comisión ha hecho hincapié en identificar los problemas reales de grandes sectores de la población para construir una agenda nacional de derechos humanos donde resaltan los temas de la protección de la niñez y la adolescencia, incluyendo la salud de las personas migrantes.
Reconoció el enorme reto de la ONU y la Unicef para buscar caminos para la paz, así como el respeto de los derechos de las infancias que están en medio de la guerra o que se encuentran en condiciones de pobreza.