Detienen a Rafael Caro Quintero

El capo Rafael Caro Quintero fue detenido por la Secretaría de Marina (Semar), informaron fuentes del Gabinete de Seguridad.

La detención se registró días después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador realizara una reunión bilateral con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca.

Rafael Caro Quintero, “el Narco de Narcos”, es originario de La Noria, Sinaloa, y es recordado por ser uno de los fundadores del llamado Cártel de Guadalajara junto con su compadre Miguel Ángel Félix Gallardo, “el Jefe de Jefes”, y su amigo del alma, Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, este último tío de Sandra Ávila Beltrán, “la Reina del Pacífico”.

Su época de mayor apogeo fue en los años 80 cuando comenzó a traficar droga, principalmente marihuana, con sus socios, a gran escala hacia los Estados Unidos; lo que los catapultó como los señores del narcotráfico en México.

En ese momento, Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera era sicario del cártel y tenía como sus maestros a los hombres que después serían considerados leyendas en la historia del narcotráfico en México.

Caro Quintero, quien se inició en el negocio sembrando marihuana, fue detenido en 1985 en Costa Rica y después de haber pasado 28 años encarcelado en un penal estatal de Jalisco, salió en libertad en 2013; días después un juez federal emitió una nueva orden de aprehensión en su contra.

Fue detenido en Sinaloa, en Choix, precisan

El narco mexicano fue detenido durante un operativo de la Marina en las inmediaciones de la comunidad de San Simón, en el municipio de Choix, Sinaloa, donde se le dio cumplimiento a una orden de aprehensión con fines de extradición, indicaron fuentes federales.

En un primer momento de la tarde de ayer viernes, las fuentes indicaron que la detención había sido en Guachochi, Chihuahua, pero precisaron más tarde que la ubicación de la detención se realizó en Sinaloa.

Señalaron que se escondía en la zona serrana de Sinaloa, Chihuahua y Durango, denominada Triángulo Dorado.

Recompensa

El gobierno estadounidense ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por el capo sinaloense, acusado del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, en 1985, y por los delitos de secuestro, posesión con intención de distribuir marihuana y cocaína.

La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) lo colocó en noviembre del año pasado en el primer lugar de la lista de los 10 fugitivos más buscados.

Según autoridades mexicanas, Caro Quintero disputaba el liderazgo del Cártel de Sinaloa a los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, y a Ismael “el Mayo” Zambada.

Sara Cosío el punto débil de Quintero

Rafael Caro Quintero tenía un punto débil y ese era Sara Cosío, su gran amor prohibido.

De acuerdo con MVS News, Sara Cosío Vidaurri, hija de Octavio César Cosío, ex secretario de Educación en Jalisco y también sobrina de quien fue gobernador de aquel territorio de 1989 a 1992, Guillermo Cosío Vidauri, compartía gustos por los centros nocturnos y restaurantes caros en Guadalajara, así como su carácter arrebatado y su amor por el lujo.

Sara provocaba que Rafael perdiera la razón, tanto que quedó prendado de ella, pero se dice que Sara le hizo más de un desplante, antes de aceptar salir con él.

Sin embargo, pese a sus regalos extravagantes, la familia de Sara nunca acepto su romance entre ambos.

Pese a ello, Caro Quintero siguió su relación con Sara y aunque solía acudir a reuniones y restaurantes de clase política sin ocultarse.

Tras el asesinato, Caro se vio obligado a huir del país junto con Sara Cosío, luego de que agentes de la DEA recibieran la noticia de la muerte de uno de sus agentes.

Fue hasta el 2 de abril de 1985, en la finca “La California” en Costa Rica, que el capo fue capturado por la policía, esto luego de que Sara diera la ubicación de su paradero por medio de una llamada mientras estaba con el capo.

Posiblemente fue el conciliador de los jefes del narco en México

La DEA ve al “Narco de Narcos” como el único que puede conciliar a los jefes del narcotráfico en México, pues junto con Ismael “el Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza Moreno “el Azul”, fueron forjadores de la estirpe del tráfico de drogas en México.

Los servicios de inteligencia estadounidenses ubicaban a los operadores de Rafael Caro Quintero en Phoenix, Arizona, entidad ubicada al centro de los Estados Unidos, y desde donde se coordina la distribución de drogas por todo Norteamérica.

Después de salir de la cárcel en agosto de 2013, Caro Quintero rechazó que se haya reintegrado al narcotráfico y dispute el liderazgo del Cártel de Sinaloa con los hijos del “Chapo”.