Aunque la estimación oficial sugiere que estamos en los niveles más bajos de pobreza en décadas, esta reducción no podrá mantenerse si no hay crecimiento económico, afirmaron expertos.
En la videoconferencia “De los datos a las acciones efectivas, desarrollo con equidad en un país de contrastes”, que organizó Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, especialistas explicaron que si bien aumentaron los ingresos de las personas, no mejoraron las condiciones de educación, salud y seguridad social.
El presidente ejecutivo de la organización, Rogelio Gómez Hermosillo, dijo que “se redujo la pobreza, pero se mantienen las desigualdades”.
En tanto que en materia educativa, los hogares de menor ingreso tienen 8.5 veces más rezago educativo que los de mayor ingreso; a su vez, en materia de seguridad social, 9 de cada 10 hogares de bajo ingreso no cuentan con ello.
La directora de la División de Estudios Sociales e Investigadora del Equide de la Universidad Iberoamericana, Graciela Teruel, dijo que “lo que impactó a la reducción de la pobreza fueron los ingresos laborales y la política laboral difícilmente podrá ayudar a la reducción de la pobreza si no hay crecimiento económico”.
Comentó que el ingreso por programas sociales creció 223 %, pero menos del 4 % del ingreso de los hogares.
El programa de adultos mayores es el gasto más importante; sin embargo, la política gubernamental no se enfoca únicamente a los sectores de más bajos ingresos, porque se entregan muy parecidos los gastos a los deciles de mayores ingresos como a los de menores ingresos.
En su turno, el profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Guillermo Cejudo, dijo que aunque subieron los ingresos de la población, estos se tienen que destinar a servicios de salud y educación.