El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la economía mexicana sí estuvo en recesión técnica entre finales de 2018 y la primera mitad de 2019, luego de corregir su serie de datos del Producto Interno Bruto (PIB).
La institución reportó que la economía mexicana presentó una tasa nula de crecimiento en el tercer trimestre de 2019 con relación al trimestre inmediato anterior, tras descontar la inflación y estacionalidad.
Sin embargo, el Inegi modificó su serie de datos anteriores y señaló que el PIB se contrajo 0.1% tanto en el segundo como en el primer trimestre de 2019, al igual que en el cuarto período de 2018.
Se trata de tres trimestres consecutivos de retrocesos, lo que confirma que la economía nacional cayó en recesión técnica por primera vez desde la crisis internacional de 2009.
Definición
Hace casi 100 años, la primera enunciación formal de una definición de recesión fue establecida por el Buró Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, organización académica privada no lucrativa y sin afiliación partidista.
La NBER define una recesión como: “una caída significativa de la actividad económica que se extiende por toda la economía en su conjunto, que dura más que unos pocos meses y que sea normalmente visible en el PIB real, el ingreso real, el empleo, la producción industrial y en las ventas al menudeo y mayoreo”.
La organización considera que el periodo mínimo necesario para definir una recesión económica es de, por lo menos, seis meses.
En un artículo en el periódico “New York Times” de 1975, el economista estadístico, Julius Shiskin, sugirió varias de normas para definir una recesión, siendo la primera regla la de los dos trimestres consecutivos en el PIB.
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Ayer, el Inegi informó que corrigió a la baja la serie de datos del PIB en los últimos trimestres, lo que reveló que la economía mexicana se contrajo 0.1% tanto en el segundo como en el primer trimestre de 2019, al igual que en el cuarto período de 2018.
Se trata de no sólo dos trimestres consecutivos a la baja, sino de tres periodos seguidos.
En la Unión Americana, por ejemplo, entre 2001 y 2002 hubo un sólo trimestre del PIB negativo, lo que llevó a muchos funcionarios públicos a declarar que no había recesión.
Sin embargo, en julio de 2002 hubo una revisión a los datos y resultó que hubo tres trimestres consecutivos a la baja.
Tiempo después, ya con datos más concretos, se supo que hubo varios trimestres negativos, pero no en forma consecutiva.
No obstante, la NBER declaró oficialmente la existencia de una recesión de 10 meses entre marzo y diciembre de 2001.