La Recomendación sobre la Ética de la IA, de la Unesco, adoptada en noviembre 2021, tiene por objetivo maximizar los beneficios de IA en los diversos ámbitos y, en particular, en el de la educación, con un enfoque ético.
La Recomendación contempla ciertos valores y principios. Dentro de los valores están el respeto, protección y promoción de los derechos humanos; las libertades fundamentales y la dignidad humana; la prosperidad del medio ambiente y los ecosistemas; la garantía de la diversidad y la inclusión; y la edificación de sociedades pacíficas, justas e interconectadas.
Por lo que hace a los principios, se precisan: la proporcionalidad e inocuidad; la seguridad y protección; la equidad y no discriminación; la sostenibilidad; el derecho a la intimidad y protección de datos; la supervisión y decisión humanas; la transparencia y explicabilidad; la responsabilidad y rendición de cuentas; la sensibilización y educación; y, la gobernanza y colaboración adaptativas y de múltiples partes interesadas.
De los 11 ámbitos de acción política contemplados en la Recomendación, el 8: “Educación e Investigación”, tiene como objetivo el empoderamiento de la población, y la reducción las brechas digitales y las desigualdades en el acceso a la tecnología digital.
Para tal efecto, se perfilan una serie de acciones políticas que los Estados miembros deben llevar a cabo: la colaboración de los Estados miembros con organizaciones internacionales, instituciones educativas, y entidades privadas y no gubernamentales.
El desarrollo de habilidades y “competencias previas” necesarios para la formación en IA (entre otros, hay que poner particular atención, en el caso de México, a “la alfabetización básica, la aritmética elemental, las competencias digitales y de codificación, y la alfabetización mediática e informacional, así como el pensamiento crítico y creativo, el trabajo en equipo, la comunicación, las aptitudes socioemocionales y las competencias en materia de ética de la IA, especialmente en los países y en las regiones o zonas dentro de los países en que existen lagunas notables en la enseñanza de esas competencias”).
La promoción de programas generales y accesibles de sensibilización en relación a los avances, retos y oportunidades de la IA; el fomento de proyectos de investigación sobre el uso apropiado y ética de la IA en la enseñanza; la capacitación de los docentes y el aprendizaje en línea; la inclusión y liderazgo de grupos marginados o vulnerables en programas de educación en IA.
El desarrollo de planes de estudios nacionales inclusivos que incorporen la ética de la IA para todos los niveles; el apoyo público y cooperación con aquellos agentes cuyas prácticas desarrollen la IA de forma ética; la formación a los investigadores en IA, para que tengan en cuenta las consideraciones éticas en sus publicaciones.
La facilitación del acceso de la comunidad científica a los datos que manejan las empresas del sector privado para la investigación y el desarrollo de la IA; el seguimiento y la evaluación crítica de las investigaciones en materia de IA, a fin de evitar posibles usos indebidos; y, el apoyo a la comunidad científica en la sensibilización sobre las ventajas y desventajas del uso de la IA.
¿Cómo va México por cuanto a políticas públicas relativas a la IA?