El 63 % de los más de 38 millones de niñas, niños y adolescentes que residen en México sufre agresiones físicas y psicológicas como parte de su formación, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Señala también que en el mundo esas poblaciones se encuentran expuestas a diversas formas de violencia de manera diferenciada a lo largo de su vida y en los múltiples contextos en los que se desenvuelven: escuela, comunidad, instituciones de cuidado, incluso en el hogar.
En tanto, la Organización de las Naciones Unidas sostiene que en nuestro país los casos de agresión son difícilmente denunciados, ya sea por temor al agresor, exposición pública, estigmatización, desconfianza en las autoridades, desconocimiento de sus derechos o por la ausencia de mecanismos disponibles y accesibles para reportar y pedir ayuda.
Postura
En opinión de la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Carmen Gabriela Ruiz Serrano, el abuso infantil se refiere a aquellas acciones que se cometen en contra de menores de edad perpetradas en distintos escenarios.
Ruiz Serrano destacó que otros tipos son la renta de vientres, en donde antes del nacimiento sus cuerpos y vidas son vendidas. También la explotación sexual o elaboración de material de abuso sexual infantil (antes llamada pornografía infantil).