Todos los días Hugo Bautista traslada a unas 200 personas a través de las aguas del río Papaloapan a bordo de su lancha, la única que presta el servicio de transporte marítimo de Tuxtepec, Oaxaca. Para cientos de habitantes de las colonias de los márgenes del afluente, esta sigue siendo la forma ideal para llegar a trabajar y estudiar al centro de la ciudad, por lo que cruzan el río a la altura del punto conocido como Paso Real.
Todos los días, Hugo Bautista también es testigo desde su lancha de la muerte lenta del majestuoso río de Las Mariposas, el significado original de los vocablos del náhuatl “Papalotl” y “Apan” que conforman su nombre actual: Papaloapan.
Concesionario de este medio de transporte desde hace más de 30 años, Hugo aún recuerda aquel río de aguas bravas y profundas antes de la construcción de la presa Miguel de la Madrid, que cerró sus cortinas en 1985. Tampoco ha olvidado que antes de la llegada de la Cervecera del Trópico, en los años 80, y el crecimiento desmedido de la población el afluente era menos turbio.
Todo eso se ha perdido, dice, porque ahora el Papaloapan se ha convertido en el drenaje de la ciudad y lo mismo se encuentran flotando todo tipo de plásticos que bolsas completas con basura. Hugo narra que incluso ha tenido que retirar colchones que navegaban a la deriva; lo que no ha podido quitar, lamenta, es una especie de espuma que cada semana se acumula por las noches y que piensa que viene de la cervecera.
Sin mariposas, sin la fuerza de sus aguas y con una ciudad que lo asfixia, así sobrevive el Papaloapan.
La segunda cuenca
A pesar de que este río vivió tiempos mejores, el pasado 5 de junio el presidente Enrique Peña Nieto lo incluyó entre las 295 cuencas hidrológicas del país que cambiarán de estatus jurídico, gracias a la firma de 10 decretos que terminan con la veda sobre el uso de sus aguas.
Además del Papaloapan, a otros cinco ríos de Oaxaca se les aplicarán las nuevas medidas dictadas por el Presidente, de acuerdo con Noel Espinosa Hernández, coordinador Estatal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Zona Pacífico Sur. Se trata de los ríos Ayotac, en los Valles Centrales; Cortijos, La Arena y Ometepec, en la Costa, y Valle Nacional y Papaloapan en la región que lleva su nombre: la Cuenca.
La inclusión del Papaloapan en estos decretos se debe a que este río es considerado por la Conagua como la segunda cuenca hidrológica más grande de México, pues cuenta con aproximadamente 350 kilómetros de longitud y desemboca en el Golfo de México, a 130 kilómetros de Tuxtepec.
Es por esta importancia, explica el funcionario, que tanto el agua del Atoyac como la del Papaloapan se reservará para fines ecológicos mayoritariamente, mientras que el resto quedará disponible para otorgar concesiones para “uso urbano, doméstico y agrícola”, lo que, según Espinosa Hernández, “garantizará el derecho al agua”.
En el caso del Atoyac será 95% del afluente el que se destinará a objetivos ambientales, mientras que del Papalopan será un 80%. El otro 20% podría terminar utilizándose para consumo humano, aun cuando existen ciudadanos que dudan de que estas aguas estén en condiciones de destinarse para tal finalidad.