El puente de comunicación de la Sierra Tarahumara

El puente de comunicación de la Sierra Tarahumara

La Voz de la Sierra Tarahumara nació un 11 de noviembre de 1982 en el corazón de la sierra de Guachochi, Chihuahua, para recoger expresiones culturales, musicales y artísticas de los pueblos indígenas; 36 años después, la XETAR es el medio de comunicación por excelencia de los pueblos indígenas en el norte del país.

Ante la complejidad geográfica del estado, es el único medio que permite llevar hasta los más lejanos rincones un aviso o una melodía para alegrar los quehaceres del campo.

La XETAR es la segunda estación más antigua, después de la de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y es una de las 21 emisoras que integran el Sistema de Radiodifusoras Culturales Indigenistas que operan en las principales regiones indígenas de México, transmitiendo en las lenguas mayoritarias de su área de cobertura.

A través del 870 de Amplitud Modulada, atiende las necesidades de educación, información y difusión cultural de los pueblos rarámuri, ódami, guarijío, pima y mestizo. Se escucha en siete municipios de la Sierra Tarahumara, en 3 mil 778 localidades, con una audiencia mayor a los 110 mil radioescuchas, de los cuales 59 mil 770 son de origen indígena.

También es un canal de comunicación entre quienes permanecen en las comunidades y quienes han salido de ellas. Mediante un saludo en su lengua originaria, los hijos que partieron en busca de otras oportunidades pueden reencontrarse con sus padres, sin importar si están en Guachochi, Guadalupe y Calvo, Balleza, Morelos, Batopilas, Bocoyna, Urique, Guazapares, Nonoava, Carichí, Guerrero o incluso Durango, Sonora o Sinaloa.

Luis Padilla Chavira, con cuatro años al frente de la estación, afirma que está consciente de la importancia que tiene la XETAR para los pueblos indígenas: “Somos el único puente de comunicación de la Tarahumara”.

En el marco del Día Mundial de la Radio, reconoce en Guachochi el lugar que congrega a los cuatro pueblos indígenas de Chihuahua, lugares en los que de manera religiosa se escucha la XETAR. “No sólo la ven como un servicio de comunicación, sino como un centro ceremonial por excelencia”, señala.

La estación forma parte de la cotidianidad. “Sabes que ya estás internado en un lugar profundo de la sierra cuando no se escucha ninguna estación de radio, sólo la XETAR”, asegura Rafael, un habitante de Urique.