El turismo mexicano y la invasión rusa

El pasado 24 de febrero, por la injustificada invasión rusa a Ucrania estalló un conflicto bélico que tiene visos de prolongarse por un largo periodo. Por evidentes razones, un evento de esta naturaleza conlleva importantes afectaciones, directas e indirectas, al turismo. Así, es de esperar que en el entorno inmediato a las naciones en conflicto se produzca una contracción significativa de las corrientes de viajeros.

El otro gran efecto que ya se ha resentido es el de una escalada en la inflación, como resultado de la interrupción en las cadenas de suministros, así como por las restricciones al abasto de petróleo.

Con los recientes resultados del arribo de turistas internacionales vía aérea, dados a conocer por la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, es posible hacer una primera valoración del impacto de esos acontecimientos para el turismo mexicano. No es una sorpresa identificar la disminución de 58% en las llegadas de turistas originadas en el mercado ruso en marzo pasado, en comparación con el mismo periodo de 2019; vale la pena subrayar que la reducción es mayor en el aeropuerto de Cancún, principal destino del turismo ruso en nuestro país.

Si bien es cierto que los 3 mil 105 turistas que arribaron en marzo son relativamente pocos, no deja de llamar la atención que se haya recibido este volumen de viajeros, habida cuenta de que el gobierno mexicano condenó esta invasión. Si bien los turistas rusos no son responsables de esta vergonzosa acción militar, en un acto de solidaridad con Ucrania, los empresarios turísticos mexicanos bien podrían negarse a recibir a estos viajeros, para dejar en claro que no se está de acuerdo con la decisión rusa. En este contexto, es notable que los visitantes rusos que ingresaron por la Ciudad de México en el mismo periodo, no sólo no disminuyeron, sino que aumentaron 18.8%, con lo que marzo de 2021 es, luego de diciembre de 2019, el segundo mes en la historia con un mayor número de residentes rusos que se reciben en la capital del país.

Por lo que hace a los viajeros provenientes de Ucrania, en la estadística de marzo se puede apreciar que se triplicaron en comparación con los que ingresaron en el mismo periodo del año previo (que había sido el mejor mes de marzo en la historia de este mercado, que, por cierto, es más bien pequeño). Parece razonable pensar que esto obedece a un tema de refugiados.

Independientemente de todo lo anterior, es una buena noticia que por primera vez las llegadas de turistas aéreos se sitúan por arriba de los niveles previos a la pandemia.