El valor del afecto en Día de Reyes
En estas fechas, llaman a transmitir a los menores que un verdadero obsequio no se mide por su precio sino por la intención y el afecto que lo acompañan. Cortesía

El Día de Reyes se acerca y con él, la tradicional emoción de los pequeños por recibir sus regalos. Sin embargo, detrás de todos los juguetes y los paquetes envueltos, hay una lección sobre el verdadero significado de dar y recibir.

Al respecto, Cuautli Suárez Jiménez, psicoanalista del Círculo Psicoanalítico Mexicano y jefe de evaluación de la Dirección General del Bachillerato de la Secretaría de Educación Pública (SEP), comenta que “lo importante es el acto de dar y no el objeto”.

Por ello, propone que, en estas fechas, se transmita a los menores que un verdadero obsequio no se mide por su precio, sino por la intención y el afecto que lo acompañan.

De acuerdo con Suárez Jiménez, vivimos en una sociedad que, a menudo, equipara el amor con artículos costosos. Por ejemplo, un padre ausente puede intentar compensar la falta de convivencia con un presente caro o, bien, un esposo olvidadizo podría apostar por redimirse mediante un detalle lujoso. No obstante, el amor, como señala el psicoanalista, no se compra, se construye.

De ahí que el especialista parafrasea al psiquiatra y psicoanalista francés, Jacques Lacan, y recuerda que “el amor está en la falta existente en todos los sujetos, no en los objetos que tratan de llenarla”, por lo cual es necesario que los padres reflexionen sobre cómo construyen vínculos con los demás.

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Actualmente, “los objetos se valoran por la promesa que traen consigo”, considera el psicoanalista. Por lo tanto, subraya, la primera recomendación antes de obsequiar algún objeto es que este acompañe al afecto y no que trate de suplirlo.

“En este sentido, podría pensarse en regalar compañía o actividades conjuntas donde la atención esté hacia el otro o hacia un objetivo común”, indica. Por ello, propone a los ayudantes de los Reyes planear un campamento, construir una maqueta o, incluso, cocinar un pastel.

Además, al momento de seleccionar un detalle para un niño, recomienda tomar en cuenta ciertos aspectos como la edad del pequeño, la relación que se tiene con él, el presupuesto asignado por los monarcas de Oriente, los intereses particulares del menor, así como la seguridad y durabilidad del juguete. “No tomar en cuenta estos aspectos puede hacer que lo dado no sea bien recibido”, advierte el entrevistado.

La magia del 6 de enero

Figuras tradicionales como los tres Reyes Magos o Santa Claus juegan un papel muy importante en la infancia. “Ocultar la identidad de estos personajes llega a ser una forma de alimentar su imaginación y de crear momentos únicos que marquen esta etapa de sus vidas. Aunado a ello, es posible reforzar valores como la generosidad y sentimientos como la ilusión”, explica.

Sin embargo, recalca la relevancia de manejar esta tradición con sensibilidad y, con ello, respetar el momento en que los menores comiencen a cuestionar su veracidad.

“En lugar de hacerles ver que es una mentira, debe subrayarse que es una representación de amor y generosidad; algo que les permita comprender el valor de dar sin esperar nada a cambio”.

Así, enfatiza el especialista, la transición entre la fantasía y la realidad puede ser un aprendizaje que preserve recuerdos felices sin generar desconfianza hacia los padres o familiares.

“Este Día de Reyes, más allá de los juguetes y los regalos, recordemos que lo más valioso es el tiempo, la atención y el amor que compartimos con los niños”, concluye Cuautli Suárez.