En México la desigualdad persiste: Organización

En México la desigualdad persiste: Organización

Pese a los avances en la disminución de la pobreza, en México la desigualdad persiste. Mientras una persona del 10 % de la población más pobre sobrevive con poco más de 70 pesos al día, las del 10 % más rico reciben 140 mil 998 pesos mensualmente.

En la presentación del informe “¿Derechos o privilegios? Una mirada a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2024 desde las desigualdades”, especialistas de Oxfam México y del Instituto de Estudios sobre la Desigualdad (Indesig) aseguraron que la brecha económica en el país se refleja en el acceso a la vivienda, la educación y el transporte.

Máximo Jaramillo, director del Indesig, señaló que existe un problema con la más reciente edición de la Enigh, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del 21 de agosto al 28 de noviembre de 2024. “No retrata fielmente la desigualdad del país”, advirtió el economista.

Una de las razones por las que esto sucede, explicó, es que no logra encuestar a los hogares más ricos y, además, se reportan menos ingresos de los que realmente tienen. Por ello, para su informe, Oxfam México e Indesig hicieron un ajuste a los datos de ingresos.

“Los ingresos crecen, pero crecen más para los más ricos”.

Jaramillo aseguró que la desigualdad en México sigue siendo profunda, pues el 10 % de la población más pobre del país obtiene 442 % menos ingresos que el uno por ciento más rico.

Según el análisis realizado por las organizaciones, los gastos de las personas con menor ingreso se destinan principalmente a alimentos y transporte, mientras que las personas más ricas invierten en Salud, Educación y Transporte.

“Sobrevivir se ha vuelto más caro para los más pobres”, puntualizó Carlos Brown, director de fiscalidad e investigación en Oxfam México, al destacar que los gastos de este sector de la población están más enfocados en mantenerse con vida.

De acuerdo con el economista, el aumento sostenido del salario mínimo durante el anterior sexenio fue una decisión muy acertada, pues elevó los ingresos laborales tanto en el sector formal como en el informal.

Apuntó que el incremento de ingresos en el país proviene principalmente de las actividades laborales y no de las transferencias de programas sociales, ya que “aunque hubo un aumento por parte de los programas, esto no benefició más a los hogares más pobres”, detalló.