Los gobiernos estatales están evitando contratar deuda y fortalecer sus ingresos propios a través de la creación de impuestos verdes o aumentando los ya existentes.

La deuda total de los estados y municipios ascendió a 683 mil millones de pesos entre julio y septiembre, una disminución de 3.3 % frente al mismo periodo del año pasado al quitar la inflación, de acuerdo con los datos más recientes de la Secretaría de Hacienda.

Mientras Tlaxcala tiene prohibido endeudarse por ley, el Estado de México va por su segundo año en el que no solicitó al Congreso local contratar pasivos, pero empezó a tener impuestos ecológicos.

En tanto, la Ciudad de México está proponiendo un desendeudamiento neto de 0.5 % al restar la inflación y un incremento del impuesto a la nómina de 3 a 4 %, así como el cobro de un gravamen ecológico como primer paso hacia la homologación y trabajo conjunto con el gobierno mexiquense y otros estados vecinos de la zona metropolitana.

San Luis Potosí se alista para empezar a aplicar el Impuesto sobre Emanaciones Contaminantes a partir del 1 enero, tras postergar la medida este año a solicitud de los sectores productivos, con una tasa de tres Unidades de Medida y Actualización (UMA) por tonelada de dióxido de carbono.

El investigador en finanzas subnacionales del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Emilio Sánchez, dijo que la política de “cero deuda” no está mal.

Pero hay que ver si, por ejemplo, tanto Tlaxcala como el Estado de México cuentan con la suficiente capacidad fiscal o ingresos para atender las necesidades de sus pobladores.

Indicó que son varios los componentes de los ingresos de las entidades federativas como las transferencias federales y los generados a nivel local.

Sin embargo, la mayoría son altamente dependientes de los recursos federalizados, lo que desincentiva que fomente su recaudación propia, enfatizó.

Señaló que Querétaro sobresale por haber subido su deuda, ya que en igual periodo del año pasado no tenía inscrita deuda ante las autoridades.

En el caso de Coahuila, dijo, vale la pena ponerle atención ya que en el semáforo que se prevé en la Ley de Disciplina Financiera, que mide la sostenibilidad de la deuda estatal, es la única que aparece en color amarillo o en observación y el resto en verde.

Estimó que el promedio de la deuda subnacional per cápita al cierre de septiembre fue de 4 mil 463 pesos por persona.