La administración del presidente estadounidense Donald Trump está evaluando planes para que el Pentágono tome el control de una zona a lo largo de un extenso tramo de la frontera sur y faculte a las tropas estadounidenses en servicio activo a retener temporalmente a los migrantes que crucen ilegalmente a Estados Unidos, informa este miércoles el diario estadounidense The Washington Post, que cita a cinco funcionarios estadounidenses familiarizados con las deliberaciones.
Las conversaciones, señala el medio, llevan semanas en marcha y se centran, en parte, en una sección de la frontera en Nuevo México.
La medida convertiría esta zona, llamada de amortiguamiento, en una instalación militar satélite expansiva, lo que permitiría utilizar más recursos del Departamento de Defensa a la política fronteriza del presidente Donald Trump y, al mismo tiempo, crearía un nuevo peligro legal para aquellos que sean atrapados tratando de ingresar irregularmente en Estados Unidos desde México, dijeron las fuentes.
El plan abarca una zona de 12 metros de ancho en la frontera sur de Estados Unidos que se encuentra dentro de la Reserva Roosevelt. Se extiende desde Nuevo México hasta California.
Normalmente, la tierra está controlada por el Departamento del Interior, aunque la jurisdicción de partes de ella se ha transferido temporalmente al Pentágono en el pasado, incluso durante la primera administración de Trump, para facilitar la construcción del muro fronterizo.
La ley estadounidense permite al gobierno federal transferir hasta cinco mil acres (20 kilómetros cuadrados) a la vez al Departamento de Defensa sin requerir la aprobación del Congreso. Si el plan se aprueba, y los funcionarios de la administración lo consideran exitoso, la zona de amortiguación controlada por los militares eventualmente podría extenderse hacia el oeste hasta California, dijeron los funcionarios al Post.