La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó el homenaje realizado por el Gobierno de Guerrero y el Ayuntamiento de Huitzuco al exgobernador Rubén Figueroa Figueroa, a quien señaló como responsable de graves violaciones a derechos humanos cometidas durante la llamada “guerra sucia” en esa entidad.
En un pronunciamiento público, la CNDH recordó que tanto Figueroa Figueroa como su hijo, Rubén Figueroa Alcocer, también exgobernador de la entidad, ejercieron represión y violencia política contra el pueblo guerrerense, por lo que consideró que su exaltación pública constituye una afrenta a las víctimas de ese periodo.
Por ello, el organismo llamó al Congreso local y a las autoridades estatales a revisar el calendario de días cívicos y armonizarlo con “un ejercicio serio de memoria histórica”.
Recordó que la masacre de Aguas Blancas, ocurrida en 1995 durante el gobierno de Figueroa Alcocer, fue objeto de la Recomendación 104/95 emitida por la propia Comisión.
Asimismo, instó al Congreso de Guerrero a cumplir con la Recomendación 98VG/2023 de la Oficina Especial para Investigar la Represión de Desapariciones Forzadas por Violencia Política del Estado, que ordena realizar un acto de reconocimiento de responsabilidad y disculpa pública, además de retirar nombres, monumentos y referencias en espacios públicos que honren a perpetradores de violaciones a derechos humanos.
“La deuda de memoria histórica con el pueblo de Guerrero y con todo México implica dejar de homenajear a quienes violaron derechos humanos y retirar sus nombres de plazas, calles y escuelas”, subrayó la CNDH.











